martes, 15 de octubre de 2024

Daimaris Cabrera Zayas, orgullosa de ser hija de los campos de Najasa

 


Daimaris Cabrera Zayas, presidenta Cooperativa de Créditos y Servicios Aníbal Puga González

Foto: De la autora


Por Yamylé Fernández Rodríguez

En la comunidad conocida como El Ciego, en el municipio camagüeyano de Najasa, Daimaris Cabrera Zayas es merecedora del respeto y admiración.

Así lo demuestra el hecho de que hace poco más de un año resultara seleccionada presidenta de la Cooperativa de Créditos y Servicios Aníbal Puga González, una base productiva que asume diferentes renglones y con fincas en sitios bien intrincados.

Orgullosa de la herencia campesina de sus abuelos, sus padres, y de que uno de sus hijos siga la tradición familiar, esta licenciada en Derecho optó por guardarle fidelidad a su querida campiña y consagrarse a las labores agropecuarias.

“En estos momentos tengo más de 70 hombres y 38 mujeres bajo mi mando, y de ellos 14 mujeres son tenentes de tierra”.

“Somos una cooperativa mixta pues, aunque fundamentalmente nos dedicamos a la ganadería, también desarrollamos cultivos varios y la apicultura”, explica.

“La vida de la mujer rural es trabajosa porque integra el rol de madre, esposa, las labores del hogar y, además, productora de la tierra, pero está demostrado que con el apoyo necesario podemos con todo y sabemos trabajar con eficiencia.

“Sin embargo todavía persisten manifestaciones de machismo y eso es algo que nos ha costado muchos años desterrar. También existen mujeres que se autolimitan ante alguna tarea y quienes ya hemos enfrentado desafíos sabemos que no hay imposibles para nosotras”.

Así reflexiona esta determinada camagüeyana que no duda en montarse a caballo o conducir una carreta para visitar en sitios de difícil acceso a los campesinos que representa.

Además, predica con su ejemplo y trayectoria al ser titular de la finca La Victoria, especializada en ganado menor y cultivos varios.

“Hay que seguir promoviendo que más mujeres soliciten tierras a su nombre porque hoy existe esa posibilidad y hay que aprovecharla.

“Esta es una labor bonita y donde está una de nosotras las cosas fluyen muchísimo mejor porque somos más creativas.

En opinión de la entrevistada es preciso seguir trabajando para facilitarles más la vida a las campesinas, que llevan una carga fuerte, y ese objetivo puede consolidarse desde las juntas directivas de cada cooperativa.

“Asimismo hay que llegar más con información actualizada y capacitación sobre temas referidos a la violencia de género e intrafamiliar, y las leyes que nos amparan.

“Ser hoy presidenta de una base productiva es un reto fuerte y, en mi caso hablamos de 138 productores, todos con características diferentes, a lo que se suman limitaciones de recursos”, expresa Damaris, quien alude que en algunos momentos ha tenido que hacer valer su autoridad y carácter ante una indisciplina o para reclamar a entidades por atrasos en el pago a sus asociados.

Es ella la guía, la consejera y, de igual manera, la que vela por el orden y el control.

Su constancia encuentra el mejor premio en los positivos indicadores que reporta la CCS Aníbal Puga González al cumplir con el acopio y venta a la industria de leche vacuna, carne, viandas, miel, propóleo, y cera, lo que reafirma su acertada gestión.

Daimaris es mucha Daimaris y para ella es un verdadero orgullo ser hija de los campos de Najasa, cargados de historia, belleza natural, y del ejemplo de valientes mujeres.

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