jueves, 1 de agosto de 2024

Los secretos para que una finca se convierta en La Milagrosa ( I )

 


Niurka y Gabriel al centro con Anielka Fernández (FMC), junto a familiares y trabajadores de La Milagrosa. Fotos de las autoras

Por Aimé Sosa Pompa y Lianne Garbey Bicet

Este podría ser solo un testimonio de amor, sin embargo, es al mismo tiempo la historia de una familia que nació viendo crecer la tierra con diversos sembrados y la crianza de sus frutos. Fue más allá de una utopía para convertirse en otra proeza que tiene el mejor de los nombres: La Milagrosa.

Entramos a la finca por la casa de la familia y fue grande la sorpresa al salir a lo que podría ser el patio más asombroso de La Leyva, en San José de las Lajas, Mayabeque. Estábamos acompañando a un equipo liderado por Anielka Fernández Del Monte, integrante del Secretariado Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC ), quien visitaba a productoras del occidente con vistas a un encuentro regional. Después de un café fuerte y negro y un batido de un mamey cosechado allí mismo, caminamos entre los surcos y viveros junto a Niurka Maqueira Licón, una campesina y lideresa alegre, emprendedora y locuaz ante la radio de La Casa Violeta.

«Nosotros aquí lo que producimos son diferentes variedades de plantas, hortalizas, viandas, frutas, utilizando el policultivo; o sea, que en una misma área vinculamos varios productos. Por ejemplo, tenemos sembrado boniato, col, ají pimiento, entre otras; y dentro del mismo campo, tenemos el maíz que sirve como barrera y como alimento para nosotros en casa. Además, tenemos el área del semiprotegido, para el cultivo de hortalizas durante todo el año», así nos va describiendo quien se ha convertido en el alma de este paraíso terrenal.

Niurka encontró el amor y su vocación por la agricultura allí en San José de las Lajas. Nacida en el campo de Pinar del Río, después de graduarse de una carrera militar y varios años dedicados a la defensa del país desde las Fuerzas Armadas, conoció a su esposo Gabriel Suárez Lorenzo hace poco más de una década, cuando él ya contaba con una hectárea de tierra en esta popular localidad de la provincia de Mayabeque y juntos iniciaron un hermoso proyecto de vida.

«Ya él tenía un trabajo de base y algunos cultivos y plantas sembradas, pero no como está la finca actualmente», nos dice ella antes de explicarnos en detalle cómo se dividen la tarea del campo y del hogar. Mientras Gabriel es el encargado de desarrollar las técnicas agroecológicas, con las que pone en práctica todos sus conocimientos de ingeniero agrónomo, ella no sólo es la encargada del hogar, también es su mano derecha durante la preparación de los campos, la siembra, la cosecha y la atención a los trabajadores. En su familia todos están comprometidos con la agricultura, hasta sus pequeños de 11 y 6 años de edad ayudan en este trabajo motivados por el amor a la tierra que les han inculcado sus padres.


Todos participan en la limpieza de los cultivos en La Milagrosa

Juntos, Niurka y Gabriel han dedicado aproximadamente 14 años de sus vidas a la producción agroecológica en su finca, donde han logrado producir alimentos sanos y libres de químicos, utilizando métodos naturales y tradicionales para el control de plagas.

«Nosotros como bioplaguicidas utilizamos la cal con los extremos del neem y la cardona o “atajanegro”, como se le dice. Pero también utilizamos otro producto que es foliar, que son los extremos del bejuco de boniato, de la albahaca, el orégano, eso se liga y se hace un biofoliar, que es para echar a las plantas, para eliminar plagas, aquí en nuestra tierra», nos comenta acerca de esta barrera de protección desarrollada por ella y su esposo, mientras toca con sus manos las plantas, como agradeciendo.

Según nos explicaron, se trata de un proceso totalmente natural, durante el cual sumergen un saco de cal en un tanque para que se descomponga conjuntamente con la cardona. Además, añaden pequeñas fracciones del árbol del neem con sus frutos y sus hojas, los extremos del anamú y otro grupo de plantas que tienen acción insecticida. Alrededor de unos 15 días después de ese proceso, obtienen una mezcla, la cual se diluye en agua a partes iguales, para luego ser esparcida en los cultivos. Con esta técnica, además de aplicar seis insecticidas naturales al cultivo, han logrado establecer un equilibrio que propicia el desarrollo de una entomofauna benéfica, con gran variedad de artrópodos e insectos.

Para quienes ya estamos acostumbrados a los espacios citadinos, este paisaje del lugar resulta muy agradable a la vista, y los ojos se van detrás de la gran variedad de mariposas que sobrevuelan los campos, evidenciando el carácter ecológico de la actividad que allí se practica.


 Las primeras vistas de la Finca La Milagrosa

No hay dudas de que aquí, en cada uno de estos empeños, se ve el reflejo de su consagración al trabajo en la tierra, a años de dedicación y amor por la innovación en la producción de cultivos varios. Pero la labor de esta familia va más allá de la producción. Están comprometidos con la educación de las nuevas generaciones en temas agrícolas y con el desarrollo del turismo rural y científico en su finca. Niurka está entusiasmada y nos muestra hasta dónde debe levantarse el aula para que quienes lo deseen puedan aprender y con las experiencias en el mismo campo, sentirse gratificados. Ya están aportando con beneficios a la comunidad, aunque siguen pensando en aumentar las posturas de todo tipo para que vaya más allá de los predios cercanos.

Con mucho placer, Niurka deja sus palabras de aliento: «Como mujer emprendedora, les transmito un mensaje: que al campo no le tengan miedo. Que se vinculen con el trabajo del campo, que es muy bueno, es muy lindo, una experiencia muy bella. Aprendes cosas que nunca has aprendido, como cuántas características tiene una planta medicinal y que sirve para ti y para la sociedad. Y a veces sólo lo aprendemos aquí. Yo lo aprendí aquí y no soy ingeniera agrónoma, y sé que la agronomía es muy linda; no le tengan miedo, que es bella, a medida que te vas vinculando vas aprendiendo y te enamoras más. Quieres seguir, vincularte más, aprender. ¡Qué rico ese café que tú cultivas en tu finca y que te lo puedas tomar junto a tus trabajadores y puedas darles a los demás!»


 Niurka Maqueira Licón y Gabriel Suárez Lorenzo en el PDL La Milagrosa

Esta finca, que es ya un Proyecto de Desarrollo Local (PDL), se nos antoja creer que es el verdadero regalo que le hizo Gabriel a Niurka. Ante nuestra vista, vamos entendiendo por qué se le puede llamar con creces La Milagrosa, aunque para él sigue siendo Niurka el verdadero milagro.

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