jueves, 18 de julio de 2024

Bitácora de una visita a Sancti Spíritus (Parte II)

 

Fotos de las autoras


Por Aimé Sosa Pompa, Isel Quintana Freyre y Marilys Zayas Shuman

Amaneció nuestro segundo día en la capital espirituana, con la premura de llegar a la Finca "Santo Tomás del Zaíno". Poco sabíamos sobre qué nos encontraríamos en esos parajes, "una productora...", nos decían, y para allá fuimos.

Nuestros transportes llegaron hasta donde pudieron; luego, la espera. Desde la finca nos vendrían a buscar en una carreta y, como quien no quiere aburrirse, ahí nos montamos, en un viaje que se hacía largo y desconocido, sobre todo cuando nuestro guía nos mostraba un destino “cercano” que no lográbamos divisar.

Entre desniveles de suelo, las bajadas y subidas de la carreta, la seguridad de Valeria que a sus 5 años nos daba calma y decía que todo estaba bien y esa capacidad única en esas edades de sorprenderse ante el descubrimiento de cada animal que veíamos en el camino; atravesamos monte adentro en el municipio de Cabaiguán y tocamos a la puerta de Ana María Guerra Alfonso, una de las más destacadas productoras de tabaco en la provincia.

Ana María, quien fuera delegada al Onceno Congreso de la FMC, es hoy continuadora de una tradición familiar y responsable de apoyar el empoderamiento económico de mujeres residentes en su comunidad, con la creación de una escogida de tabaco en su propio hogar. Esta labor, que cierra su procesamiento y clasificación antes de ser exportada, es realizada fundamentalmente por mujeres.


En su finca nos adentramos al mundo del tabaco y sus diversos procesos. Se piensa en todo: el cuidado de niños y niñas de las familias que participan en las labores de la finca, un confortable espacio con un mural político, dos humectantes, un televisor, el equipo de música y un bebedero de agua fría; todo ello ayuda a palear las largas jornadas.

Bajo la sombra de la salvadera, uno de los árboles más antiguos de su patio, se marca el origen de la familia, que data desde 1935 con la llegada de Cristóbal, el abuelo canario iniciador de la tradición. Por eso, cada 16 de noviembre, día de su cumpleaños, Ana María comienza a plantar el tabaco.


¿Será este el ritual que bendice la próxima cosecha? Hasta ahora sí, pues en esas tierras todo crece: desde la gallina que cuida a sus 21 pollitos, hasta la mata de mamey que parió por primera vez en estos días; y aquella escogida que comenzó con ocho personas, hoy cuenta con más de 20.

Allí todo se aprovecha y tiene su historia: desde el busto de José Martí y la bandera cubana que custodian la casa de escogida, hasta la puerta original de madera preciosa que sirve como mesa para el trabajo.

Posiblemente sea ella la única productora de tabaco en Cabaiguán con una casa de escogida. Ana María y su familia, en particular su hija, piensan siempre en las mejores alternativas para continuar con este legado.

Nuestro recorrido por tierra espirituana nos llevó en la tarde a una de las visitas que mayor satisfacción nos dio en este viaje: los servicios de Neonatología del Hospital Camilo Cienfuegos, donde conversamos con el personal que allí labora.


A las puertas del Departamento nos esperaba el Doctor Manuel López Fuentes, especialista de Primer Grado, quien nos comentó sobre las acciones fundamentales que han llevado a esta institución a ser referente en el país. Pero ese es tema para un reportaje futuro.

Intercambiamos con doctoras, residentes, enfermeras , padres y madres que se encontraban al cuidado de sus bebés. Si algo se respira en esa sala es confianza y un personal que tiene muchas historias heroicas que contar y lo hace desde la cotidianidad, como es el caso de Kiastin, una madre que dio a luz con 26 semanas a una bebé que hoy tiene 13 años de edad y es una niña saludable.

La mayoría del personal que trabaja en el departamento son mujeres y aprovechamos para entregar un donativo de copas menstruales que enviara desde La Habana el Secretariado Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas. Pudimos conversar animadamente sobre los beneficios de este producto para ellas, que trabajan por largas horas brindando servicios y atendiendo a pacientes y acompañantes.




El cierre de nuestro segundo día no podría ser mejor. Acogidas con un fuerte abrazo, conocimos a Ángela Valdés Quesada, fundadora y presidenta de la Cátedra Honorífica de la Mujer "Isabel María de Valdivia", adscrita a la Universidad de Sancti Spíritus "José Martí Pérez", que el pasado 7 de marzo llegó a su aniversario 27.


Una mujer apasionada no solo con el tema de género, sino con la actitud que otras personas pueden asumir desde esta perspectiva para un estilo de vida más justo. Una pedagoga natural e incansable que reconoce cuánto falta por llevar hacia otros contextos, lo que defiende desde su propia cátedra.

Para ella, la temática debería ser un asunto que se inserte de manera oficial en los programas curriculares. Una de sus insatisfacciones es que en los campus universitarios de su entorno no se ha logrado lo que sí ya se potencia en áreas agroecológicas, donde las mujeres productoras se han convertido en lideresas de procesos de gran vitalidad y aporte al desarrollo económico local.

Cerramos esta Bitácora por hoy, nos queda una entrega desde Casilda, Trinidad, con jóvenes arribantes a la FMC y mujeres que trabajan desde la comunidad por la transformación social.

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