jueves, 9 de mayo de 2024

«El arte es todo, no puedo desprenderme de él»


Por Carmen Maturell Senon

Bien sabe Lesbia Vent Dumois que el arte es parte de su vida, algo de lo que no puede desprenderse, ni darle un calificativo único. El arte, para ella influye en todo, desde la preparación de la comida y la manera de vestirse, hasta la forma de escribir.

Lesbia, premio nacional de Artes Plásticas 2019, transmite sinceridad, humildad y valentía. Pasea por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba como si de su casa se tratase, una casa que –como dice–por tantos años la ha acogido.

En sus estudios destacan la pintura, el dibujo y la escultura, como también la litografía y la pedagogía. Para ella, la edad no representa un mero sustantivo traducible a impedimento, porque Lesbia, sobre todas las cosas, ama crear.

«Me gusta dedicarle tiempo a la creación. Yo diría, como algunas personas, que me he convertido por muchos años en una pintora de sábado y domingo, sobre todo los domingos, que no se los regalo a nadie, pues ese día sí tengo que ir al taller».

Relata que llegó a las artes plásticas por sus padres. «Primero los veía haciendo una actividad de creación. Mi padre era un excelente ebanista y siempre me interesó ver cómo tenía que dibujar. Pienso que en cierta medida eso me inspiró. Mi madre era una excelente modista; además de coser, diseñaba, tenía que hacer el molde, los bordados y dibujar.

«Sobre todo, a mis padres les interesaba mucho que yo estudiara artes plásticas, porque en esa época se acababa de crear una escuela en Santa Clara. Entonces, luego de ir a la secundaria básica por el día, en las noches asistía a esa academia.

«Ahí empezó mi interés por las artes plásticas. Y como después que una empieza ya no para, seguí en el curso posterior y me adentré en ese mundo de exposiciones, del arte que se promueve, del que se hacía en Cuba y el que no, hasta llegar a esta fecha».

La obra de Lesbia está profundamente conectada con la realidad social y política de Cuba. Al respecto, detalla que la Revolución le llegó fácilmente porque trabaja con lo cotidiano y «no hay nada más cotidiano que la Revolución».

«Me viene natural hacer una obra política, como lo es pertenecer a los Comité de Defensa de la Revolución, a la Federación de Mujeres Cubanas y al Partido Comunista de Cuba».

Uno de los temas al cual recurre con frecue cia esta gran artista es el de la figura femenina, «porque la mujer está vinculada a todo en este país. Nosotras hemos sido trabajadoras, dentro y fuera del hogar, traspasamos nuestra "habitualidad". Lo mismo podemos ser bailarina de ballet que transportadora de una máquina en la agricultura. Por eso y mucho más me sirve como tema para tratar en el arte».

–Al ver su obra, se puede vislumbrar que contribuye a romper los estereotipos y roles de género, ¿cuáles cree que son los desafíos que enfrentan las cubanas, en materia de género, actualmente?

–Aunque creo que la mujer, si lo comparamos con otros países, está representada en muchos frentes --como en la Asamblea Nacional-- y hay muchas que son ministras, pienso que todavía nos falta mucho más de esa incorporación. Asimismo, eliminar determinados prejuicios que todavía acompañan.

Sobre su reciente galardón de Heroína del Trabajo, confiesa que no se lo esperaba, «primero, por la edad que tengo; segundo, porque creo que en mí se reconoce a muchos de los compañeros que me acompañan». Como tampoco se esperaba el reconocimiento otorgado por la FMC en su comunidad, junto a sus vecinos y amigos.

–Este premio enaltece el trabajo de muchas personas a lo largo de la vida, ¿cómo fue el sentimiento al encontrarse con otras heroínas y héroes del trabajo?

–Me sorprendió verme rodeada de personas que considero se lo merecían más que yo. Sobre todo, cuando llegué y me vi al lado de la directora del Coro Nacional de Cuba, Digna Guerra; fue una gran satisfacción, porque hemos sido compañeras de trabajo por muchos años.

«También, cuando me di cuenta de que a Isabel Monal, una de las fundadoras del Teatro Nacional de Cuba y de todo el proceso revolucionario, la iba a tener de compañera, me sentí más que reconocida. Además, verme rodeada de obreros que han entregado su vida en diferentes profesiones, sin duda representa un orgullo para mí».

Hace dos meses que Lesbia no dirige la sección de Artes Plásticas en la UNEAC, pero no puede desprenderse del arte. Continúa vinculada, piensa en las obras que ha realizado y en los temas en que podrá incursionar.

–¿Qué mensaje le gustaría transmitir a las nuevas generaciones de artistas cubanos?

–Que trabajen. Que trabajen mucho, porque al país le hace falta. La juventud no es el futuro, sino el presente, y en ese sentido tienen que tener la convicción de que lo que hagan ayudará a Cuba, ahora y siempre.


Desde la FMC no faltó la felicitación y el merecido homenaje a la artista plástica galardonada como Heroína del Trabajo de la República de Cuba.

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