Por Aime Sosa Pompa
Marzo trae varias jornadas relacionadas con una lucha que nos mantiene ocupadas en la reivindicación de nuestros derechos y las opresiones colonialistas. Comenzó el mes con 24 horas dedicadas a la cero discriminación (1º). Después del Día Internacional de la Mujer (8), llegó una jornada para la Eliminación de la Discriminación Racial (21) y, posteriormente, el Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas de la Esclavitud y la Trata Transatlántica de Esclavos (25). Para cerrar con una semana de solidaridad con los pueblos que luchan contra el racismo y la discriminación racial (hasta este 28).
Motivaciones suficientes para detenerse en uno de los textos editados recientemente en este 2024, que de cierta manera circunda y realza los por qué de los escenarios en los que se apoya este calendario.
“Afrodescendientes en la fotografía cubana: una mirada a la producción de cinco artistas visuales (2010 - 2020)” es una tesis en forma de libro editado por el Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello. Su autora, Leidys Raisa Castro Silva, Ms. C. en Desarrollo Social por Flacso, recibió mención por el género ensayo en el Premio Calendario de la Asociación Hermanos Saiz (AHS).
Una pregunta aparentemente sencilla es la base de este proyecto: ¿cómo son representadas las mujeres negras y mulatas dentro de la fotografía cubana? No hay simplicidad alguna cuando --y como afirma su autora-- este es un tema casi inexplorado en el campo social y humanístico. Asimismo, la “fotografía artística como soporte visual que promueve o interpela determinada problemática o fenómeno social ha sido poco estudiada desde las ciencias sociales cubanas, todavía menos desde la sociología”, confirma la licenciada en esa especialidad por la Universidad de La Habana.
En sus páginas, se realiza una pesquisa a través de cuerdas muy bien trenzadas: fotografía, género y racialidad. A esto se unen posicionamientos analíticos desde la sociología visual, el pensamiento afrofeminista y la perspectiva decolonial. Para sustentar sus indagaciones, analiza producciones fotográficas realizadas entre 2010-2020 de cinco mujeres artistas visuales.
Más allá de los enriquecedores razonamientos y conclusiones de un estado de arte actualizado y oportunamente resumido, estos folios adicionan polémicas a una realidad que persiste. Todo ello a pesar de esfuerzos mancomunados, que están acompañados de diversas voces en espacios públicos y pretensiones de entidades creadas para tales fines.
Por eso es significativa esta entrega, como mismo escribe la cientista: “la industria turística en Cuba, durante años, construyó una imagen sexualizada y folclorizada de las mujeres mulatas, como muestra de un racismo sexualizado. Igualmente, las producciones audiovisuales nacionales, donde resaltan las telenovelas, continúan reproduciendo estereotipos racistas y sexistas referidos a los/as afrodescendientes”.
Con Susana Pilar Delahante Matienzo (La Habana, 1984), una mujer negra radicada actualmente en el extranjero, se inicia un mosaico reflexivo donde la percepción de las otras mujeres puede ser un espejo o un descubrimiento corporal. Ella es conocida por sus series fotográficas El tanque, Lo llevamos rizo y Llave maestra.
Yanahara Mauri Villareal (La Habana, 1984) transita por los caminos de la pobreza y el tema queer, entre otros. Captó con su lente ciertas imágenes, algunas transgresoras, desde una narrativa femenina con rasgos masculinos: “La dama del tulipán”, o desde las marcas de la violencia doméstica y machista: “La dama del pendiente”.
Aneli Pupo Rodríguez (Holguín, 1987) no diferencia a las personas por su color, aunque al representar a la mujer, en general, llega a lo introspectivo y a las inquietudes sociales. Sus series fotográficas Insight, Evoluciones y Otra isla… otro peso, no silencian a mujeres afrodescendientes, las naturaliza y desmitifica.
Sin encasillarse, Mavel Valdés Campos (La Habana, 1982) es más conocida por sus perspectivas afrocentradas, mientras colinda de buena manera con estéticas fashion y publicitarias. Con sus catálogos Mujeres Hip Hop, Ellas y la intencionada Orgullosa_Mente Negra logra trascender con capas gestuales desde lo que se impone patriarcalmente y debe ser depurado.
Delvis Yamila Sáez Hernández (La Habana, 1969), la más joven en esta carrera, se presenta con Discursos sobre las mujeres negras: fotografías en espacios públicos. Para ella, en sus obras la mujer no se vende ni es objeto del deseo, más bien está en una vida cotidiana que además dice mucho.
Este libro digital conforma una memoria científica quizás solo apreciada por quienes indagan sobre las cuerpas negras y mulatas, en los sustratos complejos de identificarse, ser o sentirse cubanas. De todas maneras, su lectura deriva en muchas interrogantes, aún más cuando se les sigue hipersexualizando y estereotipando.
En este 2024 debe darse un final analítico al Decenio Internacional de los pueblos Afrodescendientes que lleva como lema: “Justicia, reconocimiento y desarrollo”. Sirva entonces esta contribución de la investigadora Leidys Raisa Castro Silva, no solo para aplaudir sus alcances, sino también para reforzar una intencionada mirada a la matriz de desigualdad en las que viven las mujeres.
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