Fotos: Yaciel Peña de la Peña
Por Liodany Arias Tamayo Especial de la ACN para Revista Mujeres
Desde hace poco más de dos años Yadira buscó ayuda para sostener a su familia y salir de la realidad que le atormentaba por la difícil situación económica de sus días. Madre de cuatro niños menores de edad, soltera y con baja solvencia económica, decidió acercarse a la dirección municipal del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) en Las Tunas.
Comenzó así el camino de una transformación en su vida y la de sus hijos, que no solo comprendió cuestiones materiales sino también personales y profesionales para la progenitora de 36 años. Hoy, aunque continúa en estado de vulnerabilidad, reconoce la labor y el asesoramiento de los trabajadores sociales en un proceso que, según asegura, ha sido de beneplácito incluso para volver a sonreír.
Una vez que llegué hasta ellos, iniciaron un programa de visitas para constatar la realidad que yo les había reflejado y enseguida declararon que necesitaba asistencia social; mis gemelas eran muy pequeñas y yo no estaba en condiciones de garantizar su alimentación u otros productos primarios para su crecimiento, recuerda Yadira Blanco Arzuaga mientras con la mirada refleja un sentimiento de gratitud muy sublime.
Están mis otros dos niños, agregó la entrevistada, menores de 15 años que también son del mismo padre; él me ayudaba, pero tampoco era suficiente y decidieron incluirme en la entrega de módulos alimenticios, artículos para el hogar y la escuela y, en estos momentos, estamos en la tramitación para el suministro de materiales que permitan agrandar la casa donde vivimos.
Vecina del reparto Aurora, la tunera habita junto a su descendencia en un pequeño cuarto de mampostería, con paredes de bloques al descubierto, piso de losas y techo de placa. A pesar de que estas condiciones no son las peores, su mayor problemática está en la dimensión del local donde apenas existe espacio para las camas.
“En la Dirección Provincial de la Vivienda me dijeron que la respuesta a mi caso era darme materiales para continuar la construcción de al menos otro cuarto, procedimiento que no debe ser a corto plazo por las circunstancias actuales y sobre todo porque estoy consciente de que hay familias que lo necesitan con más urgencia.
“Pero me siento feliz porque me han tenido en cuenta desde el MTSS con la ayuda económica y la donación de módulos que incluyen camas, mochilas, equipos electrodomésticos y alimentos; también porque logré vincularme otra vez, a la vida laboral y estudiantil.”
Yadira estudió el bachillerato a través de los cursos de superación y ya asiste al tercer año de la carrera de Licenciatura en Química en la local Universidad de Ciencias Pedagógicas Pepito Tey, una oportunidad que la llena de regocijo y esperanzas en su afán de crecerse ante las adversidades de la vida.
Según aseguró la trabajadora social Yudisleidys Gutiérrez Rondón, en estos momentos se le mantiene una compensatoria económica de forma mensual y se trabaja en otros factores como la inclusión de sus hijas en círculos infantiles y la posibilidad de asegurar los materiales constructivos necesarios para su hogar.
La joven refiere que su mayor y más importante meta, a la par de cuidar a sus pupilos, es graduarse para de alguna manera retribuir la ayuda que se le ha otorgado, siempre dispuesta a colaborar en la atención especial a otras mujeres en situaciones complejas.
“Quiero agradecerles a todas las personas que me han extendido su mano con diversas muestras de solidaridad desde el Ministerio de Trabajo hasta los vecinos y otros miembros de las organizaciones políticas y de masas y, sobre todo exhortar a las madres, solteras o no, a superarse en el ámbito profesional y no quedarse solo como amas de casa; las vías son múltiples y siempre el Estado está dispuesto a guiarnos, esa es la parte más hermosa de esta Revolución.”
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