jueves, 4 de enero de 2024

Huellas en la historia

 

A 296 años de la fundación de la Universidad de La Habana, el alto centro docente continúa siendo ejemplo y legado para diferentes generaciones.


Por Marilys Suarez Moreno

Fundada el 5 de enero de 1728 mediante la confirmación de la Real Cédula del Rey Felipe V de Borbón, La Universidad de La Habana es para el pueblo cubano una institución venerable y emblemática por su simbolismo histórico y sobresaliente obra pedagógica, cultural y revolucionaria.

Fueron los frailes de la Orden de Predicadores de Santo Domingo, quienes solicitado el permiso correspondiente decidieron abrir en su convento estudios universitarios para beneficio, fundamentalmente, de los hijos de familias pudientes, los cuales tenían que acudir a México, Santo Domingo o España para realizarlos.

A 296 años de su creación, la Universidad de La Habana es un armonioso conjunto de edificios de sobrias líneas donde se mezclan el rigor de la forma con el esplendor de lo nuevo. Alma del recinto universitario es la hermosa estatua fundida en bronce y colocada frente al edificio del Rectorado, sobre un pedestal y base de piedra y cemento. El Alma Máter es la vida de la Universidad y el orgullo de las muchas generaciones de estudiantes que por ella han pasado.

El estudiantado universitario es receptor de una sólida preparación académica, impartida por profesores e investigadores de alta profesionalidad y forja de las mejores ideas. En sus aulas se fomentan y promueven las artes y las ciencias en todas sus manifestaciones y se preconiza la creación científica, artística y literaria, en plena consonancia con su carácter universal. Con una rica tradición de lucha, enraizada en lo mejor de la cultura cubana, el centro ha estado comprometido siempre con las causas justas de nuestro pueblo.

En los últimos años, la Universidad ha desarrollado un meritorio trabajo científico. Sus centros de investigación, unidades y filiales son ejemplos del más alto desarrollo científico-tecnológico. La integración con la práctica social, teniendo como premisa el principio docencia-investigación, ha permitido avances sustanciales en la esfera de la Educación Superior, donde se cuenta con más de 65 Universidades y más de 3 150 sedes municipales.

Estudiantes y docentes de La Universidad de La Habana y de las del resto del país se dieron de lleno al enfrentamiento la pandemia de la Covid-19, apoyo calificado por el Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez, de mucha valentía y crucial en la batalla contra la enfermedad.

Ellos y ellas fueron protagonistas de primera línea en estas jornadas, donde lo mismo se sumaron a las pesquisas diarias como se internaron en hospitales y centros de aislamiento, apoyando en disimiles tareas al personal diario de esas instituciones de alto riesgo. De igual manera muchas Facultades se integraron a los diferentes estudios que se realizan en los disímiles laboratorios y centros científicos, todos con un alto porcentaje de mujeres integrados a sus filas. En este sentido, destaca la labor desarrollada por la Facultad de Matemáticas y Computación de la Universidad de La Habana, al frente de la cual esta su decano, Raúl Guinovart Díaz, en los estudios de comportamiento de la Covid-19 en el país y su impacto, así como en sus análisis y pronósticos de la enfermedad.

El mandatario ha llamado al estudiantado universitario a impulsar el papel decisivo de las Universidades en los planes y objetivos del más alto nivel científico, en la estrategia económica y social y en los proyectos productivos locales, instando también a llevar los resultados académicos a la práctica productiva.

Una Universidad que no es selectiva y sí totalmente inclusiva y que tiene entre sus retos continuar graduando a jóvenes con un alto nivel académico y promovedor que sustenten con sus conocimientos e ideas renovadoras el complejo entramado nacional desde el combate de las ideas, el talento y la lealtad a los principios revolucionarios de la Patria.

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