El Festival Habana Clásica inaugura su
quinta entrega este sábado 18 de noviembre y promete un evento
cultural memorable, que se extenderá hasta el 3 de diciembre.
Por Lianne Garbey Bicet
El centro
histórico de la ciudad se engalanará para lanzar la quinta entrega del
renombrado festival Habana Clásica, una iniciativa que se ha establecido como
un evento crucial para los amantes de la música clásica de Cuba y el mundo.
Desde su primera edición, este festival
surgió como una plataforma singular para la promoción de la música clásica, y ha mezclado
el vasto patrimonio cultural cubano con las tradiciones musicales
internacionales.
Este año, el evento aspira a superar las
expectativas con un programa que abarca conciertos, paneles de discusión y
encuentros con artistas de renombre mundial, manteniendo su compromiso con el
fomento de la educación musical en nuestro país.
Así, durante el festival, jóvenes estudiantes
de diversas instituciones de enseñanza artística tendrán la oportunidad de
aprender de maestros de la música clásica, mediante talleres y
clases magistrales en varias locaciones del evento.
Este año efestival comienza
con un concierto inaugural en la emblemática Basílica Menor del Convento de San
Francisco de Asís, en el Centro Histórico de la ciudad.
Los asistentes disfrutarán de
presentaciones de músicos cubanos e internacionales, quienes presentarán obras clásicas y contemporáneas, portadoras de la universalidad y la fuerza unificadora de la música.
Mujeres de diversas culturas iluminarán
el escenario de Habana Clásica
En su quinta edición, Habana Clásica no
solo resalta por su diversidad musical, sino también por una notable presencia
femenina, que representa una amplia gama de culturas y tradiciones.
El festival acoge a mujeres talentosas, cuyas contribuciones han
marcado significativamente el panorama de la música clásica.
Entre estas distinguidas artistas se
encuentran:
Sarah Willis (Alemania) - Pionera en la sección de metales de la Filarmónica de Berlín,
Sarah ha combinado su habilidad como intérprete del corno francés con su pasión
por la educación musical.
Su proyecto "Mozart y Mambo",
grabado en La Habana, muestra su capacidad para conectar con audiencias
globales y su compromiso con la promoción de la música clásica.
Raiza Valdés Ortega (Cuba) - Solista alternante de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba y la
de cámara Sinfonietta
Duchesne Cuzán. Raiza es reconocida por su talento y
versatilidad musical, habiendo acompañado a prestigiosos solistas y directores; es, además,
una apreciada educadora musical en Cuba.
Noemi Zoon (Suiza Francia) - Una joven prodigio en piano y canto, actualmente estudia en el
Conservatorio de Ginebra. Su talento excepcional la ha llevado a actuar en
diversos escenarios internacionales, donde ha demostrado su habilidad tanto
como pianista solista como músico de cámara y cantante.
Niurka González (Cuba) - Flautista y clarinetista con una trayectoria destacada, Niurka ha
sido solista con las principales orquestas de Cuba y ha colaborado con
importantes agrupaciones en América y Europa. Además, es una activa educadora y
promotora de la música en Cuba.
Nada Mahmoud (Túnez) - Especialista en el instrumento tradicional oud, Nada ha ganado
reconocimiento en Túnez y en escenarios internacionales, donde ha mostrado la
riqueza de la música tunecina y árabe.
Leyale Chaker (Líbano Francia) - Violinista y compositora, Leyale tiene un enfoque único que mezcla
música clásica contemporánea, jazz y música árabe. Su trabajo ha sido altamente
elogiado y ha recibido varios premios internacionales.
Giulia Rimonda (Italia) - Violinista prodigio, Guilia ha colaborado con renombrados
artistas y ha ganado varios premios, destacándose como una de las jóvenes
promesas de la música clásica.
La participación de estas artistas en
Habana Clásica no solo enriquece el festival con su talento y diversidad, sino
que también sirve como inspiración y ejemplo del papel crucial que desempeñan las
mujeres en el mundo de la música clásica. Su presencia en el evento es una
celebración de la diversidad cultural y del poder emancipiador de la música.
Un mosaico musical y cultural en
La Habana
Por primera vez, Habana Clásica acoge las
tradiciones musicales del Magreb y el golfo Pérsico. En colaboración con el
Fondo de Arte Joven (FAJ), el festival destaca una selección de composiciones
emblemáticas de la música tunecina, egipcia y libanesa.
Este periplo musical incluye a la cantante
Afef Elouni y la oudista Nada Mahmoud, acompañadas por un trío cubano de
destacados músicos: el pianista Ernesto Oliva, la contrabajista Olivia
Rodríguez y el percusionista Alejandro Aguiar. Esta amalgama de sonidos del
mundo árabe y la riqueza musical cubana promete ser un homenaje a la identidad,
los anhelos y la espiritualidad.
La música de Mali también tendrá un lugar
especial con la actuación del pianista Roberto Luna, junto al
percusionista Chérif Soumano, en el Teatro del Museo Nacional de Bellas
Artes, en lo que se anticipa como una experiencia musical singular, que enlaza el encanto
de la kora, un instrumento con un legado místico que se remonta al legendario
imperio Manden Kurufa, con la sofisticación del piano cubano.
Del mismo modo, el jazz hará su debut en Habana
Clásica con su característica fusión de herencias africanas, europeas y
caribeñas.
Este género, conocido por ser un caudal de
emociones y expresividad, estará representado por el armonicista suizo Grégoire
Maret, una figura pionera en el jazz moderno. Se le unirán los hermanos cubanos
López-Nussa, Harold y Ruy Adrián, comprometidos con preservar la esencia de la
música cubana. Esta colaboración promete una simbiosis musical donde la
improvisación y la creatividad serán las protagonistas.
En su quinta edición, Habana Clásica no
solo celebra la diversidad y la riqueza de la música clásica; representa un
punto de encuentro para las almas que vibran al compás de las melodías que
trascienden fronteras.
Aquí, en el corazón palpitante de La
Habana, se teje una sinfonía de culturas, talentos y pasiones, en una
celebración que va más allá de las notas y se adentra en el alma de la música.
Esta fiesta de sonidos y emociones es una invitación abierta a sumergirse en la
magia de cada sinfonía, a conectarse con
la esencia de la humanidad y a formar parte de un legado que perpetúa el
lenguaje universal de la música.
Excelente artículo, gracias a la autora.
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