lunes, 13 de noviembre de 2023

La Guayabera: elegancia cubana reimaginada por Jordi Leal

 


Fotos: Cortesía del entrevistado


Por Lianne Garbey Bicet

En el ajiaco cultural de Cuba, pocos elementos son tan representativos como la guayabera. Esta prenda, con sus alforzas distintivas y su aire de elegancia tropical, ha sido tradicionalmente un estandarte de la identidad masculina en la isla. Sin embargo, desde la frescura que da la juventud y los tiempos modernos, el reconocido diseñador Jordi Leal está redefiniendo esta prenda y, con ella, la moda femenina cubana.

Leal ve la guayabera no solo como vestimenta, sino como un lienzo en blanco listo para contar historias.

Inspirado por la riqueza de la vida cubana, desde la locución hasta el deporte, y ahora más recientemente el humor y la fotografía, ha decidido traer nuevos aires de vida a la guayabera, para extender su uso más allá de los límites de la edad y el género.

"Mi motivación fue ver el limitado uso de una prenda tan emblemática en las calles de Cuba. La guayabera parecía relegada a un rincón olvidado del armario nacional, usada con respeto por los mayores, pero ignorada por la juventud", explica Leal. Con esta visión, se propuso rescatar la guayabera y también revestirla de modernidad y versatilidad.


Las guayaberas de Leal no son las tradicionales camisas blancas de cuatro bolsillos que uno esperaría. Son obras de arte, reinventadas con cortes y adornos que hablan de feminidad y modernidad. "Como una casa abandonada que se renueva, he transformado la guayabera manteniendo su espíritu, pero ampliando su atractivo", declaró en exclusiva para la revista Mujeres.

"Hemos innovado en el diseño, ofreciendo una amplia variedad de estilos de cuellos. Más allá del clásico, incluimos el cuello chino y, especialmente para nuestras clientas mujeres, hemos incorporado diversos escotes. Pero no nos hemos detenido ahí; nuestra colección se destaca por la diversidad de mangas, incluyendo las acampanadas que, al principio, hicieron dudar a algunos colegas. Me tildaron de loco, cuestionando la viabilidad de mangas acampanadas y trabajos calados en las prendas. Ahora, esos mismos colegas se deshacen en elogios ante los logros que hemos alcanzado en tan solo una década”, sostuvo.

“Diez años pueden parecer mucho o poco, dependiendo de la perspectiva; pero para mí, ha sido un tiempo de crecimiento intenso. Cada diseño lleva elementos distintivos que resaltan mi estilo, como los calados y los canesús forzados que, al ser vistos en las pistas, de inmediato se asocian con mi marca. Esta identidad visual se ha convertido en el sello distintivo de nuestro trabajo y otorga a cada prenda una marca inconfundible."


De prenda de vestir a obra de arte

Jordi Leal se aventuró más allá al personalizar estas prendas con obras de grandes artistas de la plástica y crear no solo ropa, sino piezas de colección. Cada guayabera de su mano lleva consigo la pasión de la isla, su vibrante arte y la promesa de la inclusión. "Hemos lanzado alrededor de 30 colecciones hasta la fecha y cada una celebra la guayabera como un símbolo de nuestra cultura".

De esta manera, ha enriquecido visualmente su obra con decoraciones hechas por reconocidos artistas de las artes plásticas en nuestro país, encabezados por José Fúster, el primer creador en apoyar su proyecto, la inigualable Zaida del Río, Ever Fonseca, Rebustillo, Nelson Domínguez, Flora Fong, Maikel Herrera, Alicia Leal, Ileana Mulet y el inolvidable y carismático Cecilio Avilés, entre otros.


Diseño universal para todas las edades

En estos años ha logrado romper el molde del formalismo asociado con la guayabera. Sus diseños casuales llevan la prenda a las calles, el café, la vida diaria de las mujeres que buscan comodidad sin renunciar a la elegancia. La guayabera, en las manos de Leal, se convierte en una declaración de moda diaria.

Desde adolescentes que buscan una identidad propia, hasta las mujeres mayores que desean mantener una conexión con sus raíces, las colecciones de Leal ofrecen algo para cada una. Sus diseños hablan de una versatilidad que trasciende la edad, pues su principal intención es redefinir la guayabera como una prenda para todas.

Ha tomado en cuenta las necesidades en diferentes etapas de sus vidas. Para las embarazadas, por ejemplo, ha diseñado guayaberas que ofrecen comodidad sin sacrificar el estilo. Las jóvenes encuentran en sus colecciones una mezcla de tradición y tendencia, un equilibrio delicado entre lo clásico y lo contemporáneo.

Según cuenta este joven diseñador, desde su primera colección tenía muy clara su meta. En aquel entonces, “fueron nueve diseños originales ilustrados por el reconocido artista plástico José Fuster. Una de esas piezas estaba especialmente diseñada para embarazadas, lo cual era inusual y provocativo. Me impactaba imaginar la reacción del público al ver ese diseño.

“Justo en ese tiempo, la madre de mi hija mayor estaba embarazada en su noveno mes y yo anticipaba el efecto que tendría en la gente verla con esa guayabera tan especial. También había creado un diseño para bebés, pensando en cómo se vería mi futura hija en ella, algo tan delicado y precioso”, afirmó Yordi.

En las manos de Yordi Leal, la guayabera se desprende de su formalidad inherente y se adapta al ritmo casual de la vida moderna. Leal ha introducido tejidos más ligeros y cortes sueltos, adaptando la guayabera para que sea una opción tan viable como cualquier prenda de uso diario.

Un diseño diferente para cada mujer

Las guayaberas de Jordi Leal no solo han vestido al público en general, sino también a grandes mujeres de la cultura cubana: artistas, periodistas y figuras reconocidas en todos los ámbitos, que han elegido sus diseños como una forma de expresar su identidad y elegancia.

“Por ejemplo, en nuestra colección inspirada en locutores, destacó la guayabera que Teresita Segarra lució, con sus cuadros distintivos y una elegancia que resaltó en la sesión de fotos realizada en el Malecón. La misma guayabera fue la que llevé en el Kennedy Center en Estados Unidos, que generó mucho diálogo entre diseñadores de alta costura. Es un privilegio ver que las mujeres no solo adoptan la guayabera, sino que también la defienden y la hacen propia”, comentó.

Cada diseño se ajusta a su portador, como el que lució Flora Fong, galardonada con el Premio Nacional de Artes Plásticas. Rompí con la tradición, al incorporar un cuello chino y bolsillos ocultos, demostrando que la guayabera puede evolucionar.

Gladys Egües, ganadora del Premio Nacional de Periodismo José Martí, ha llevado guayaberas adaptadas a su estilo personal, más sueltas y con calados que le fascinan. Entonces, ¿por qué no adaptar también la guayabera al estilo individual de cada quien? La guayabera no tiene que ser uniforme, puede ser tan única como la persona que la lleva”.

La revolución de la guayabera de Leal no es simplemente un cambio de moda, es un movimiento sociocultural. Mediante su trabajo, busca educar sobre la verdadera historia de la prenda, alejándose de la desinformación que a menudo se encuentra en internet.

Este esfuerzo educativo se complementa con la publicación de un libro que está en proceso junto a un centro sociocultural que llevará por nombre la Casa de la Guayabera. Ambas iniciativas prometen ser un recurso integral sobre la guayabera en Cuba.

Jordi Leal está comprometido con la visión de que la guayabera no solo pertenece al pasado de Cuba sino también a su futuro.

Con cada colección, Leal reafirma que la guayabera puede y debe ser un elemento esencial en el armario de cada mujer cubana, una prenda atemporal que se adapta a los tiempos modernos sin perder su esencia.

Es una visión audaz, una que honra la tradición mientras abraza el cambio, asegurando que la guayabera sigue siendo una prenda tan vibrante y llena de vida como la cultura de nuestra Patria.

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