Por Aime Sosa Pompa
Un equipo del Centro Nacional Coordinador de Ensayos Clínicos (CENCEC), compuesto en su mayoría por mujeres, conduce en 32 policlínicos de La Habana el estudio clínico en población pediátrica con el candidato vacunal antineumocócico VCN-7, para la prevención de neumonías, meningitis, otitis y sepsis causadas por el Streptococcus pneumoniae o neumococo.
La institución es una de las entidades vitales en los más de un centenar de proyectos de ese tipo que se están realizando en 2023 por el sistema de salud pública cubano.
En conversación exclusiva con la revista Mujeres, las licenciadas en Ciencias Farmacéuticas Anaelys R. Maceo Sinabale, jefa de la sección 3 del Departamento de Ensayos Clínicos del CENCEC, y Anabel Amador González, Asistente de Investigación Clínica, catalogaron de satisfactorio el estado del proceso.
Desde el policlínico Julio Antonio Mella, en el municipio habanero de Guanabacoa, donde se encontraban realizando la inspección junto a otros participantes en el último día de la vacunación, reconocieron lo esencial de este protocolo y su factibilidad, en medio de la situación actual del país.
La especialista Anaelys R. Maceo explicó que todos los niños y las niñas con las enfermedades de riesgo descritas en el protocolo fueron evaluados para participar en el estudio, donde se garantizó al menos un sitio clínico en cada municipio.
Como han marchado bien las acciones coordinadas, se prevé que en este mes de octubre se concluya esta fase en los lugares asignados.
De todas maneras, acotó la licenciada Anabel Amador, el monitoreo por parte del CENCEC continúa, pues toda la documentación que se ha generado se verifica, para que esté completa, cumpla con todos los requerimientos del protocolo y exigencias regulatorias, en especial la información de la seguridad de la aplicación del candidato vacunal.
Se trata de un proceder arduo, pues en sentido general se realiza un seguimiento activo a los niños y las niñas vacunados, durante siete días, y otro pasivo por 30 más, además de un seguimiento de dos años en hospitales centinelas.
En el momento de la inspección también se encontraban representantes del Instituto Finlay de Vacunas (IFV), del Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED), junto a integrantes del equipo de investigación del propio policlínico Julio Antonio Mella, enfermeras, responsables del manejo del producto en farmacia y de la observación postvacunal de eventos adversos.
El papel del CENCEC, creado el 30 de noviembre de 1991, fue vital durante la pandemia de Covid 19, al apostar por la conducción de ensayos clínicos de los cinco candidatos vacunales que lograron un alto nivel de inmunización en la población cubana.
Su quehacer es primordial, pues sus mujeres científicas, más del 80% del total del personal, forman parte de un sistema de responsabilidades compartidas, a partir de las buenas prácticas clínicas. Entre sus exigencias y sacrificios está el trabajo directo y personal en cualquier lugar del país, con disímiles instituciones de salud, comités de ética de investigación, promotores y monitores, junto a otras entidades de la industria farmacéutica nacional.
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