martes, 12 de septiembre de 2023

Seneca Falls: una declaración feminista




Por Beatriz Ramírez López

Seneca Falls (Nueva York) sería la sede de la primera convención sobre los derechos de las mujeres en en Estados Unidos.

El encuentro, que concluyó con la Declaración de sentimientos, considerado el texto fundacional del feminismo estadounidense, pues en él se manifiestan todas las injusticias y restricciones contra las norteamericanas, el derecho al sufragio y el reconocimiento de la ciudadanía de las mujeres; marcaría la historia de las mujeres de este país, un 19 de julio de 1848.
Según Cecilia Macón, en el artículo La Declaración de los sentimientos de 1848. Ciudadanía, afecto y rebelión, publicado en la Facultad de Filosofía y Letras- Universidad de Buenos Aires, Argentina, en Seneca Falls no sólo se delinearon argumentos a favor de la emancipación política y civil de las mujeres –algo que ya se había desarrollado con anterioridad-, sino que centralmente se definió al sufragismo como un movimiento colectivo destinado a instaurar una nueva idea de ciudadanía.

«Se trata de la primera reunión de mujeres en búsqueda de un objetivo que remite exclusivamente a sus propios intereses. Y lo hace desplegando una matriz particular para evaluar y ejecutar el rol de los afectos en lo público».

Por su parte, la filósofa y escritora feminista Alicia Miyares aseveró en 1848: El Manifiesto de "Seneca Falls", que esta declaración se enfrentaba a las restricciones políticas: no poder votar, ni presentarse a elecciones, ni ocupar cargos públicos, ni afiliarse a organizaciones políticas o asistir a reuniones políticas. Iba también contra las restricciones económicas: la prohibición de tener propiedades, puesto que los bienes eran transferidos al marido; la prohibición de dedicarse al comercio, tener negocios propios o abrir cuentas corrientes. La Declaración se expresaba en contra de la negación de derechos civiles o jurídicos para las mujeres.

Este documento del siglo XIX puso en debate importantes derechos femeninos negados social, política y culturalmente. Desde la denuncia hacia los estereotipos de género, la división sexual del trabajo, la restricción de las mujeres en los espacios públicos, hasta la demonización de la sexualidad y la discusión de los derechos humanos, fueron importantes eslabones que trascendieron para la historia feminista norteamericana y universal.

A continuación, reproducimos algunos de sus artículos:

DECIDIMOS: que todas aquellas leyes que sean conflictivas en alguna manera con la verdadera y sustancial felicidad de la mujer, son contrarias al gran precepto de la naturaleza y no tienen validez, pues este precepto tiene primacía sobre cualquier otro.

Que la misma proporción de virtud, delicadeza y refinamiento en el comportamiento que se exige a la mujer en la sociedad, sea exigida al hombre, y las mismas infracciones sean juzgadas con igual severidad, tanto en el hombre como en la mujer.

Que la acusación de falta de delicadeza y de decoro con que tanta frecuencia se inculpa a la mujer cuando dirige la palabra en público, proviene, y con muy mala intención, de los que con su asistencia fomentan su aparición en los escenarios, en los conciertos y en los circos.

Que la mujer se ha mantenido satisfecha durante demasiado tiempo dentro de unos límites determinados que unas costumbres corrompidas y una tergiversada interpretación de las Sagradas Escrituras han señalado para ella, y que ya es hora de que se mueva en el medio más amplio que el Creador le ha asignado.

Que es deber de las mujeres de este país asegurarse el sagrado derecho al voto.

Que la igualdad de los derechos humanos es consecuencia del hecho de que toda la raza humana es idéntica en cuanto a capacidad y responsabilidad.


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