Por Marilys Suárez Moreno
Los antecedentes hispánicos están presentes en toda la música cubana. Así lo asegura en su libro La música y el pueblo, la extinta musicóloga María Teresa Linares. Según ella, distintas formas de zapateados de origen español dieron lugar en Cuba, Santo Domingo, México, Argentina y Chile, a danzas como los zapateos, joropos, jarabes. Y en el siglo XIX, cuando se mentaba la música campesina o al zapateo, se decía: “al son del tiple y el güiro”.
Se dice que fue en el siglo XVI que se reconoció la décima como tal, a partir de la variante usada por el español Vicente Martínez Espinel (1550-1624), quien la descubrió y compuso estrofas de 10 versos octosílabos, consolidando su estructura definitiva como rima consonante. En honor suyo, el inmenso Lope de Vega la llamará espinela.