Por Marilys Suárez Moreno
María Cabrales no vivió a la sombra de su esposo, el Lugarteniente General Antonio Maceo Grajales. Ella forjó su historia con luz propia y alguien que la conoció de cerca, como Martí, ya lo había reconocido desde mucho antes, al destacar su actuación en la manigua durante la Guerra Grande, así como sus virtudes y profundo patriotismo durante toda su vida.