Laritza Linares Expósito, directora del Centro Médico Psicopedagógico Modesto Fornaris. Fotos: Juan Pablo Carreras
Por Eileen Esther Molina Fernández
Más allá de los reconocimientos y el sacrificio, el premio mayor en la vida de Laritza Linares Expósito es haberse convertido en la “mami” de César, Lino, Pepe, Adela y tantos otros pacientes del Centro Médico Psicopedagógico Modesto Fornaris, de Holguín, fruto de los programas sociales de la Revolución cubana en beneficio de las personas con discapacidad severa.
Cada día desde hace 18 años, cuando aceptó la dirección de esa institución, mira con los ojos del corazón a sus protegidos y recibe afecto como recompensa.