Por Lianne Garbey Bicet
Foto: Favio Vergara
Desde las estribaciones de Palma Soriano, un municipio con historia rebelde y vocación transformadora, la diputada Suyen Rodríguez Pérez, Licenciada en Bioquímica, doctora en Ciencias Biológicas y militante activa de la Federación de Mujeres Cubanas, por estos días ha asumido uno de los retos más significativos de su carrera: representar por primera vez a su pueblo y a toda la provincia Santiago de Cuba en la Asamblea Nacional del Poder Popular.
“Ser diputada al Parlamento constituye una gran responsabilidad, recordemos que somos el máximo órgano legislativo". Como bien decía nuestro presidente de la Asamblea Esteban Lazo, desde la aprobación de la Constitución 2019 se han generado más de 50 documentos legales, que tenemos que velar por su cumplimiento.
Hoy estamos en franco proceso de revisión de esos mecanismos de control. De hecho es una demanda que estas leyes tengan un ejercicio real en la vida de toda la ciudadanía.
Por estos días, nos enfrentamos a una asamblea con un alto nivel de crítica a los problemas sociales y a sus dinámicas de funcionamiento, con un alto nivel profesional en la discusión y los planteamientos que se realizan, muy enfocados también a las necesidades del pueblo. Pues no podemos olvidar que tenemos un pueblo culto, preparado, que ha estado en el ejercicio de una democracia participativa desde el triunfo de la Revolución.
Por tanto, tenemos que siempre estar preparados, informados y muy apegados a la ciudadanía, a lo que se dice y desde nuestro actuar también incidir en que esos cambios sean efectivos”, comentó en exclusiva para la Revista Mujeres.
Elegida en un proceso democrático que valora no solo el mérito profesional, sino también el arraigo comunitario, Suyen, refleja la combinación del saber científico con el compromiso social.
Su trayectoria en BioCubaFarma, uno de los pilares de la industria Biotecnológica cubana, la coloca en una posición clave para enfrentar desafíos como la producción de medicamentos, el cumplimiento del cuadro básico y la mejora de las condiciones higiénico-sanitarias del país.
“Tengo el honor de representar ese sector, tanto de las empresas socialistas como también de la ciencia con la doble misión de impulsar el desarrollo empresarial y científico del país.
Creo que el reto ha sido mucho mayor porque también la gente se encuentra en una posición más cercana a manejar y preguntar sobre los resultados que cotidianamente se ven en los proyectos que desarrolla el grupo de BioCubaFarma y las instituciones asociadas; temas que han sido objeto de discusión y debate en cada una de las comisiones de la Asamblea y en específico en la comisión nuestra.
Pero su voz en el Parlamento no se limita a lo técnico. Como miembro de la comisión de Educación, Ciencia, Medioambiente y Cultura, defiende los logros de la Revolución con mirada crítica y sentido de pertenencia.
“La ciencia no puede ser solo laboratorio —afirma— debe estar en el plato del cubano, en la salud pública, en la protección del medioambiente y en la capacidad de innovar en cada rincón del país”.
Su vínculo con la FMC es una historia aparte: anteriormente organizadora de base, activista comunitaria y promotora de espacios donde la mujer cubana es protagonista. Fue esta organización quien propuso su candidatura, reconociendo su capacidad para incidir con sensibilidad, rigor y profesionalismo en los destinos legislativos del país.
Y es que Suyen representa una Cuba donde la mujer no solo participa: lidera.
“Realmente soy parte de ese ejército de mujeres de todo el país que día a día elige estar en la vanguardia en cada uno de los sectores de la economía, de la sociedad y es capaz también de desplegar la capacidad que le da la formación integral que recibimos desde la enseñanza primaria hasta el nivel profesional.
Esa representatividad de la Federación de Mujeres Cubanas y su participación en todas y cada una de las esferas sociales nos ha permitido actuar en consecuencia con los principios de nuestra organización y la Revolución cubana”, agregó.
Hoy, más del 50% de la Asamblea Nacional está conformada por mujeres, lo que sitúa al Parlamento cubano entre los más igualitarios del mundo. “Eso es algo que hemos ido logrando con una sólida formación y despliegue de los beneficios que la revolución ha dado a la mujer cubana. Han sido muchos los programas de inclusión, de adelanto, de velar por nuestros intereses y por supuesto de incluirnos en la construcción del socialismo. Porque como todos sabemos esta es una revolución también para la mujer y con la mujer”.
Con su doble compromiso, el de la ciencia y el de la representación popular, esta diputada palmera es una prueba viva de lo que hemos logrado en materia de equidad, formación y participación femenina. Una inspiración para quienes creen que el futuro se construye con vocación, conocimiento y manos de mujer.
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