Por Aime Sosa Pompa
Este 19 de mayo, en el emblemático Memorial José Martí de La Habana, se inauguró la exposición El Culto de los Cubanos, del reconocido pintor y artista visual José Ángel Toirac Batista, Premio Nacional de Artes Plásticas (2018).
La muestra, que forma parte de las actividades centrales en ocasión del 130 Aniversario del Memorial, del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, es un viaje reflexivo sobre la identidad, el legado martiano y símbolos que definen a la nación.
Precisamente con la máxima: "Yo quiero que la ley primera de nuestra República sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre", se abrió la propuesta que incluye óleos, acuarelas e instalaciones que desde el arte contemporáneo, abren un diálogo entre fe, revolución y nación.
Para el curador Danilo Vega Cabrera, “el Memorial es uno de los mejores lugares escogidos por su esencia simbólica para el homenaje en cuya investigación ya lleva años el artista".
El título es una frase que es extraída de ese gran fragmento tan recurrentemente citado del discurso martiano y pienso que ahora viendo la ponderación que hace Toirac bajo esta propuesta de arte contemporáneo, quizás desacostumbrada y no lo más habitual, se muestran elementos que justamente nos unen como una nación inmensa, dentro del borde geográfico y en otras latitudes”.
Para Vega Cabrera, también especialista en museografía, Toirac es un artista contemporáneo versado en el manejo de conceptos que resultan clave para vincular su obra con la figura del Apóstol: "Esta es una de las más importantes colecciones de arte que tiene Cuba, al menos como referencia. Por tanto, desde el mito fundacional de la patria como madre mestiza hasta esas anotaciones visuales que el artista hace del Diario de Campaña de Martí son justamente las interpretaciones que ponemos a consideración del público”, reafirmó.
En las palabras de apertura, Toirac quiso agradecer a todos "por estar aquí y subir loma, así que ya somos hermanos. Tengo una metáfora para describir esta exposición: es como ese bote que está frente a la Virgen y estamos todos, gracias a Dios, remando para él".
En un aparte con el público José Ángel explicó ciertos significados que tiene la muestra en el Memorial: "Este lugar es mágico y la relación de este con Martí también. No sé si ustedes saben que el busto de Martí que está ahí afuera está hecho con mármol de la Isla, de la finca El Abra, donde empezó su exilio. Mucha gente le teme al mármol gris, pero para mí tiene una significación y forma parte del contenido de la obra. "Se divide entre este espacio, que representa una de las patas de la estrella, y aquel otro, que simboliza uno de los pétalos de la flor que se forma al principio. Y lo que está en la piedra, base de la instalación, era el concepto de universo de Martí: lo uno y lo diverso, lo diverso es lo uno. Por eso van a ver aquí no una Virgen de la Caridad, van a ver 55 y no es un número al azar. Recuerden que el número de Oshun es el cinco y sus múltiples, por eso son cinco las patas que sostiene esa tabla, que no por gusto tiene una frase martiana.
La muestra se convierte en un puente entre pasado y presente. Podrá visitarse hasta julio próximo, como un llamado a redescubrir el sentido de pertenencia y regreso a la Patria. Esta exposición se suma a los caminos que nos invitan a regresar, una y otra vez, a la esencia de una Cuba siempre cercana.
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