Por Marilys Zayas Shuman
La Federación de Mujeres Cubanas (FMC) enfrenta importantes retos en su labor de prevención y atención social, áreas que son fundamentales para abordar las necesidades de las comunidades más vulnerables.
Entre los principales desafíos se encuentra la necesidad de fortalecer el trabajo preventivo educativo y la atención social, garantizando un enfoque integral que permita ofrecer un acompañamiento efectivo a quienes requieren apoyo.
Este tema fue analizado recientemente en el Secretariado Nacional de la FMC, donde se adoptaron acuerdos para mejorar la implementación de acciones dirigidas a las mujeres, familias y menores en situaciones de riesgo.
Se subrayó la importancia de fortalecer la estructura de base, permitiendo la realización de talleres, intercambios y visitas familiares que faciliten la identificación y atención de las demandas sociales.
Uno de los puntos clave es la articulación efectiva con otros actores comunitarios, lo que permite llevar a cabo acciones que respondan a las necesidades específicas de la población.
La FMC ha trabajado activamente en los grupos de prevención a nivel de consejo popular, lo cual ha permitido implementar iniciativas dirigidas a menores y familias vulnerables.
Sin embargo, se reconoce que aún hay mucho por hacer en términos de seguimiento continuo y evaluación del impacto de estas acciones.
A través de estas iniciativas, la FMC busca fomentar su inserción en proyectos comunitarios que han demostrado ser exitosos.
Las casas-talleres y las extensiones de las Casas de orientación a las mujeres y las familias son ejemplos de buenas prácticas que se han fortalecido en este contexto.
En tal sentido, la prevención y atención a la violencia de género en el ámbito familiar se ha convertido en una prioridad que requiere un enfoque diferenciado.
La acción comunitaria integradora de la FMC ha permitido abordar estas problemáticas con colaboradoras de las consejerías de prevención, quienes han trabajado en la búsqueda de soluciones para las familias afectadas.
Entre las buenas prácticas destacan los días naranjas y los talleres nacionales del Día de los Derechos Humanos, que han promovido el diálogo y el intercambio con las familias sobre temas relevantes.
Asimismo, los talleres Gente con swing y las ferias comunitarias, de la la Editorial de la Mujer, buscan involucrar a adolescentes y familias en diversos territorios fomentando su participación activa en el ámbito comunitario.
Este enfoque proactivo ha permitido a la organización femenina tratar temas como la cultura de paz, la no violencia de género, la prevención del embarazo adolescente y el consumo de drogas.
Las jornadas de reflexión bajo el lema "Educar en familia: un deber por amor y por ley" han logrado una buena aceptación en los territorios, propiciando diálogos sobre el consumo de drogas y otros problemas sociales.
Durante el encuentro, se analizó, además, el tratamiento brindado a la población en el año 2024, se identificaron las principales demandas planteadas por las personas que recurren a los espacios de la FMC.
Entre las problemáticas más comunes se enumeran en el ámbito laboral: la solicitud de incremento o ayuda económica de asistencia social, apoyo para el cuidado de enfermos, demandas relacionadas con círculos infantiles, el formalismo en las respuestas y demoras en los procesos, además de sanciones laborales y dificultades en las tramitaciones legales.
A partir de este análisis, se establecieron prioridades para el 2025, que incluyen capacitar a los cuadros y especialistas que atienden a la población en todos los niveles, asegurando un seguimiento adecuado a los casos pendientes y su correcta solución, dada la sensibilidad de estos hechos.
También se planteó realizar revisiones objetivas sobre el funcionamiento de los sistemas de atención a la población en provincias y municipios, así como socializar a nivel provincial las experiencias exitosas en la atención a la población.
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