Por Lianne
Garbey Bicet
Con una
presencia magnética y una pasión palpable, Yaité Ruiz, se ha consolidado como uno de los
rostros más conocidos de la escena cubana. Su carisma y talento la han llevado a
destacarse tanto en el teatro como en la televisión, convirtiéndola en una
figura admirada y respetada en el mundo artístico.
Desde su
infancia, sintió una conexión especial
con el mundo del espectáculo, aunque no fue hasta su paso por la Escuela Lenin
que comprendió que la actuación podía ser una carrera profesional. “Era la
clásica niña que soñaba con ser artista, pero no sabía que existía una
formación formal para ello”, comentó en una entrevista para la Revista Mujeres.
Su llegada
a la Escuela de Arte no fue fácil. Sin experiencia previa y en un entorno
competitivo, se sintió insegura durante sus estudios. “Me pasé la carrera
totalmente insegura. Había compañeros con experiencia en televisión, y yo
llegué sin saber realmente qué podía aportar”, confiesa. Sin embargo, su
perseverancia la llevó a completar sus estudios en el Instituto Superior de Arte y a
convertirse en un rostro conocido en diversas producciones audiovisuales.
A lo largo
de su carrera, Yaité ha interpretado personajes que abordan problemáticas
sociales relevantes. “Ser actriz es mucho más que vivir en la piel de varios
personajes; es un compromiso con la sociedad”, afirma. Para ella, es esencial
que las mujeres poco visibilizadas, se vean reflejadas en los personajes que
interpreta.
“Yo creo en
el mensaje personal que uno tiene que darle a la sociedad y me siento muy
comprometida con eso. Es por esta razón que soy bastante selectiva en cuanto a
los personajes, sobre todo en televisión que es un medio tan masivo y que llega
a tanta gente ".
"Entonces, para mí es súper importante defender
a mujeres en una condición determinada,
es clave que puedan pertenecer a una minoría y se vean
identificadas. Y eso es una de las premisas que yo tengo siempre lo mismo en el
teatro como en la televisión.”
Entre sus
personajes más recordados de su paso por la pequeña pantalla se encuentra
Yoanka, de la telenovela “Tan Lejos y
Tan Cerca” y María Luisa del dramatizado “El derecho de soñar”, ambos cargados
de experiencias conmovedoras que narran la historia de mujeres valientes
dispuestas a darlo todo por alcanzar su sueño.
De cada uno de ellos, confiesa estar orgullosa
no sólo por la aceptación y el cariño recibido por el público sino también por
el impacto a nivel social y personal que le dejaron.
“En el caso
de Yoanka la pesista, gracias a que se
hizo la novela las personas pudieron conocer más sobre la halterofilia
femenina, se cambió el reglamento por el que ellas estaban regidas en nuestro
país. O sea que ahí está la función social que tiene el arte.
" Uno conoce esos mundos, porque es verdad que no
hay otra manera de conocerlos sino investigas, porque tienes que hacer un
personaje, por ejemplo, en el caso de María Luisa, que es una muchacha con
discapacidad intelectual, fue bien difícil desde el punto de vista actoral,
pero sobre todo desde el punto de vista social.
O sea, yo
empecé a reconocer diferentes señales en la sociedad con respecto a ese tipo de
personas, una vez que estuve en su piel. Y empecé a rebatir, desde mi posición
de actriz muchos términos erróneos que a menudo se utilizan como por ejemplo
“persona con problemas, “retrasada mental “; sabes uno se mete tanto allí que
de repente comienzas a defender una causa
no solamente en la escena o en el set, sino también como miembro de la
sociedad de una forma consciente”.
Aunque la
televisión le ha permitido vivir estas grandes experiencias Yaité confiesa que
es en el escenario donde realmente se siente cómoda.
“El teatro
me permite improvisar y hablar desde mis propias experiencias”, explica. Precisamente estas fueron las razones que la
llevaron a vincularse al colectivo de la comunidad creativa Nave Oficio de Isla
dónde además de la actuación ha podido desempeñarse en roles de dirección y
profesora.
“La Nave es
un lugar que tiene mucho valor para mí
como profesional y como persona porque tienes la libertad de poder ir, hacer
televisión, te enriqueces más en el mundo del cine, en la dirección, y regresas
otra vez a esta fuente en la que sigues aprendiendo”.
Hoy, Yaité
Ruiz se muestra agradecida por cada etapa de su carrera y por las oportunidades
que ha tenido para aprender y compartir su pasión por el arte. En cada nuevo
proyecto mantiene vivo su compromiso de
promover el crecimiento personal
tanto sobre la escena como en el salón de clases del Instituto Superior
de Arte que la ha llevado también a ser un referente entre las nuevas
generaciones de artistas.
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