Por Lianne Garbey Bicet
Desde su creación en 2019, la Comunidad Artística Nave Oficio de Isla se ha consagrado como un espacio innovador y dinámico que ha transformado la escena cultural cubana. Liderado por el reconocido actor y director Osvaldo Doimeadiós, este proyecto ha logrado consolidarse como un referente en la promoción y difusión de las artes escénicas, integrando diversas disciplinas, como la actuación, la música y la danza.
En estos cinco años de creada, la Nave se ha convertido en un espacio donde el buen arte fluye y se nutre de la historia y las vivencias locales, ofreciendo al espectador una experiencia única, que va más allá de lo convencional.
La búsqueda constante de la innovación y la creatividad han sido pilares fundamentales en el quehacer de sus integrantes, que logran romper con los moldes tradicionales del teatro cubano.
Un aspecto destacado del trabajo realizado por este colectivo es su enfoque en el protagonismo de las mujeres y el tratamiento de temáticas de género en sus obras. Las producciones han integrado personajes femeninos complejos, que reflejan las luchas y aspiraciones de este sector en la sociedad cubana contemporánea.
La obra inaugural Oficio de Isla fue una adaptación del texto “Tengo una hija en Harvard”, de Arturo Sotto. La presentación, realizada en formato híbrido, combina teatro, performance y música; desde el primer momento consolidó su éxito con el público, así como su impacto en la comunidad habanera.
En varias presentaciones, las actrices han interpretado roles que desafían estereotipos tradicionales al abordar cuestiones como la identidad, la resistencia y el empoderamiento femenino.
En declaraciones a la revista Mujeres, Osvaldo Doimeadiós destacó la intención constante de su colectivo de acercarse e investigar temáticas relacionadas con el papel de la mujer en la sociedad cubana actual.
“Yo creo que la presencia de la visión emancipadora de la mujer y la visión emancipada ha estado ahí siempre. La identidad de la mujer cubana, la racialidad, un tema pendiente a veces de discutir y que nuestras actrices lo han defendido en Luz, en El Collar… la manera de abordar la temática en los espectáculos ha sido importante; de hecho, El Collar es un canto a la madre. Por eso afirmo que la mujer está aquí en todo”, precisó el director y dramaturgo.
En producciones más recientes, como La vida es vieja, ha sido visible su enfoque interdisciplinario, donde el humor y la sátira fueron el mecanismo ideal para tratar fenómenos sociales actuales, como el envejecimiento y las dinámicas familiares. En este sentido, la inclusión de voces femeninas en el proceso creativo también ha sido fundamental.
Las colaboraciones con dramaturgas y artistas visuales han enriquecido las narrativas presentadas y permitido una representación más diversa y matizada de las experiencias femeninas. Cada una, con sus saberes, ha aportado algún elemento fundamental al proceso de creación.
“Empezar a trabajar en Nave Oficio de Isla fue un reto muy grande, porque yo vengo del diseño gráfico y de las artes visuales. Pero nunca había trabajado en esta dimensión tan grande”, nos comentó Patricia Díaz, diseñadora escenográfica del proyecto.
“Fue como un monstruo que se me vino arriba, porque me di cuenta de que, por mucho que me apoyara en un diseñador ya consagrado, es un teatro abierto, diferente, con una gran interacción con el público en todo momento.
Tuve que aprender a trabajar con materiales duros, como el alambrón; picarlo, enderezarlo e incluso usarlo como objeto de diseño. Ha sido un reto muy fuerte, agobiante, pero hipnotizante y atrapador. Al final, bueno, he aprendido mucho y quiero seguir aprendiendo junto a este colectivo”, concluyó.
En el caso de la reconocida directora de coros Carmen Rosa López, con más de 40 años de experiencia en su quehacer artístico, llegar a este proyecto ha sido una oportunidad para tener intercambios diferentes y enriquecedores.
En un video compartido a propósito de las celebraciones por el cumpleaños número cinco de La Nave, la reconocida profesora destacó su vínculo con las actrices y actores de esta comunidad creativa y la gran satisfacción que ha sido servirles de guía en su formato coral.
“El empeño de tratar de hacer un coro con los actores, que aprendan la disciplina coral --que es muy importante, que también es algo que el maestro Doimeadiós defiende mucho en nuestro grupo--, para mí ha sido muy grato”, declaró.
La celebración del quinto aniversario de la ccomunidad creativa Nave Oficio de Isla ha sido una reafirmación de su impacto en la escena cultural cubana. Las conferencias, talleres, puestas en escena y coloquios demostraron su fidelidad con hacer lo diferente y el respeto a ese público que ha crecido junto con ellos en este último lustro.
Para el próximo año, el proyecto mantiene viva la promesa de expandir su repertorio con nuevas obras que prometen seguir explorando temas relevantes para la sociedad cubana.
Con planes para realizar festivales, talleres y otros proyectos académicos que involucren a la comunidad local, la Nave continúa su viaje como una fuente de entretenimiento, educación e inspiración para las nuevas generaciones de artistas y los amantes del buen arte cubano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario