Texto y fotos: Orlando Fombellida Claro
La cubana María Esther Estrada Tristá, cuya tesis aportó un programa de actividades físico terapéuticas para estudiantes diagnosticados con fibrosis quística, es la primera mujer que ostenta la categoría de Doctora en Ciencias dentro del sistema de deportes de la oriental provincia Granma.
En ocasiones, dijo, todavía siente el nerviosismo que enfrentó durante el acto de defensa, el 16 de enero último, así como las emociones al escuchar la favorable decisión del tribunal evaluador.
Hasta se me salieron las lágrimas, están recogidas en fotos, confesó en entrevista exclusiva.
Recordó que el citado tema de investigación fue motivación en su vida profesional desde que se tituló como profesora de Educación Física, en 1989, y comenzó a laborar en un aula terapéutica creada en la ciudad de Jiguaní, cabecera del municipio de igual nombre, donde María Esther nació y actualmente reside.
A ese tipo de instalación concurrían escolares eximidos de realizar las clases de la especialidad por padecer enfermedades que les impedían hacerlo, entre ellas la fibrosis quística, la cual presenta complicaciones clínicas y afecta el normal funcionamiento de las glándulas de secreción externa del cuerpo humano, explicó.
Así, el deseo de contribuir al desarrollo de sus pupilos fue incentivo para presentar ponencias en eventos científico-técnicos a diferentes niveles, en los cuales fue premiada en algunos casos con la categoría de relevante.
En 1997, tras graduarse de Licenciada en Cultura Física, pasó a trabajar en el departamento biomédico de la Sede Universitaria Municipal de Jiguaní, donde impartió la asignatura propia de su perfil y otros temas relacionados con la terapéutica, la actividad adaptada y la morfología.
El sueño de elaborar propuestas para favorecer a los pacientes de fibrosis quística continuó latente mientras prestó servicios de colaboración en la República Bolivariana de Venezuela, entre 2006 y 2009, primero como metodóloga de la misión Barrio Adentro y luego en el Instituto Nacional de Deportes del hermano país.
Tal propósito fue finalmente materializado en 2012, con su tesis en opción a la categoría de Máster en Ciencias; propuesta que después enriqueció en la investigación para doctorarse, afirmó Estrada Tristá.
Argumentó que se trata de un programa nacional para la atención físico-terapéutica a educandos con la mencionada enfermedad genética, quienes deben realizar planes de ejercicios individualizados.
El doctorado resultó un proceso difícil, pero de mucho aprendizaje, durante el cual es preciso dedicar bastante tiempo a estudiar e indagar, todo ello sin dejar de trabajar y atender a su hija, ahora una joven de 19 años, subrayó.
Actual subdirectora general de Deportes en su tierra natal, María Esther está convencida de que las mujeres cubanas pueden conquistar cualquier meta.
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