Fotos: Armando Contreras Tamayo
Por Yipsi Matos Rodríguez
Cuando juventud y experiencia se juntan en una misma tarea, el éxito es casi seguro, y ejemplo de ello son las cubanas Yenia Díaz Fonseca y Tatiana Cedeño Escalona, quienes desempeñan posiciones claves en el servicio de Neonatología del Hospital Provincial Carlos Manuel de Céspedes, de la ciudad de Bayamo.
Joven doctora en Medicina General Integral y neonatóloga, desde el período de enfrentamiento a la COVID-19 Yenia lidera el equipo encargado de velar por el bienestar de los recién nacidos de todo el territorio de Granma.
Al cierre del mes de enero, tuvimos una supervivencia del 98.7 por ciento, con 305 nacidos vivos y solo un fallecido, resultado importantísimo para el cual trabajamos y nos superamos constantemente, precisó en declaraciones exclusivas.
Para el resto de 2024, dijo, la meta será elevar ese porcentaje y mejorar los indicadores generales del Programa de Atención Materno Infantil.
Somos un grupo bastante heterogéneo, compuesto ahora por 195 personas, que juntas logramos gran apoyo en el trabajo y frente a cada decisión, subrayó Díaz Fonseca.
Nunca me he sentido sola, porque formamos un equipo más allá de lo profesional, y ello ha sido fundamental no solo en nuestros resultados, sino también en que yo siga al frente del servicio, confesó.
En 2005, Yenia cumplió misión internacionalista en el Reino de Esuatini, en África, donde se desempeñó como pediatra y atendió a bebés muy pequeños, con diversos padecimientos.
Afirmó que fue todo un reto, pero a la vez el incentivo para especializarse en Neonatología tras su regreso a Cuba.
Siempre me encantaron los infantes, en lo personal había pensado engendrar tres, pero la vida quiso que tuviera dos niñas, manifestó la bisoña madre.
El fallecimiento de un pequeño se siente como una pérdida propia. Sabe muy mal no lograr los objetivos y que la familia no pueda llevárselo a su casa. Son momentos dificilísimos, aunque nos preparemos para dar la noticia y acuda todo el equipo de turno, concluyó.
Junto al liderazgo de Yenia, otra fortaleza para el servicio descansa, sin duda, en los 35 años de experiencia de Tatiana, actual jefa de enfermería, especialista materno-infantil, Máster en atención al niño y miembro del Grupo Integral de Asesores de Neonatología.
Esta es una profesión muy bonita, pero que a la par exige responsabilidad, dedicación y estudio, remarcó Cedeño Escalona.
Toda la vida sentí apego por los pequeños, y desempeñar tanto tiempo la labor de enfermera neonatal me ha permitido crecer como persona y profesional.
La también profesora auxiliar e investigadora, tiene en su haber estudios sobre lactancia materna, cuidados exclusivos a recién nacidos bajo peso, y causas más frecuentes de hospitalización y muerte neonatal.
Ella promueve, además, las jornadas docentes y los cursos y talleres científico-académicos dentro del servicio, tanto para enfermeros como para médicos residentes; mientras a las madres -generalmente primerizas- las asesora en el proceso de amamantar a sus hijos.
Considero que la capacitación deben ser permanentes, pues la Neonatología está en constante actualización a nivel mundial, razón por la cual necesitamos mantenernos al tanto de las novedades, para poder aplicarlas y brindar una mejor atención, agregó.
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