Por Aurika Rubio
Los talones agrietados son un problema común. Hay varios factores que aumentan el riesgo de agrietamiento de los talones y, entre ellos, están la obesidad, el usar calzado abierto atrás (sandalias) y tener la piel fría y seca. La fricción de la parte posterior del zapato también puede empeorar tanto la sequedad de la piel, como su agrietamiento.Estas capas secas de piel luego se endurecen y se acumulan en callos gruesos y secos, que eventualmente pueden agrietarse.
Otras causas de talones agrietados pueden ser:
· No hidratar los pies regularmente
· Tomar baños o duchas demasiado largos y calientes
· Emplear jabones fuertes y secantes
· Condiciones climáticas adversas
· Utilizar zapatos con suelas delgadas o con talones al descubierto
· Usar tacones altos, que no calcen bien
Remedios caseros
· Coloca un poco de jugo de limón y sal en agua tibia. Pon tus pies en esta agua durante unos 15 minutos, hasta que el agua quede fría. Luego, frota el talón con la ayuda de una piedra pómez, sécalos e hidrátalos.
· Remoja los pies en agua tibia, sea pura o jabonosa, durante alrededor de 20 minutos. Luego cubre los talones con un ungüento a base de vaselina. Si los sientes un poco grasosos, puedes ponerte un par de medias en los pies humectados para no dejar escapar la humedad durante la noche.
· Mezcla azúcar morena, dos gotas de aceite y jugo de limón. Aplica la mezcla por 10 minutos en los talones, masajea y enjuaga.
Y atención: El agua tibia con sal puede disminuir la hinchazón, refrescar y revitalizar, ser un aliado contra las callosidades y hongos, exfoliar la piel, reducir el estrés y disminuir la sensación de dolor causada por lesiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario