Texto y fotos: Aime Sosa Pompa
En correspondencia con las 24 Horas de Acción Feminista que la Marcha Mundial de las Mujeres realiza cada año por los sucesos de Rana Plaza, en la India, y en contra del poder de las empresas transnacionales, una representación de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) de la provincia de Mayabeque hizo patente el rechazo y denuncia de las consecuencias del bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba. Varias experiencias y testimonios sirvieron de muestra sobre el accionar en sectores de la educación, la salud, instituciones culturales y el trabajo comunitario.
Este intercambio coincidió, además, con el Día Internacional del Multilateralismo y la diplomacia de Paz, dos conceptos claves para la Alianza del ALBATCP, que justo efectuó su XXIII Cumbre.
Con la guía de la secretaria de la FMC en esa provincia cubana, Mayumi León, y ante más de un centenar de mujeres de todos los municipios, Saylín Sánchez Portero y Raúl Gordazar Marrero, funcionarios del Centro de Gestión Documental del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX), compartieron sus vivencias y el derecho a denunciar esa política genocida, violatoria de los derechos humanos de la familia cubana mantenida por más de 60 años el gobierno norteamericano.
Saylín Sánchez, directora de dicho centro, comentó sobre la persecución que se realiza a todas las transacciones financieras: “me imagino que tienen un gran mapa así, todo mapeado, por dónde viene el barco que va para Cuba, por dónde viene la cuenta que va a entrar. Todo el tiempo, ese es su trabajo: la persecución”.
Asimismo, puntualizó sobre el grupo grande de medidas que se han mantenido y se han recrudecido, aún más con la sostenida inserción de nuestro país en una injusta y arbitraria lista de estados patrocinadores del terrorismo internacional.
“Las mujeres yo sé que siempre vamos a poner un extra, un extra del alma, del sentimiento, lo ha demostrado la revolución en todas las batallas que damos. Esta es una batalla fundamental y ustedes estarán siempre al frente, en la primera trinchera. Realmente, eso me da mucho orgullo, saber que desde la diplomacia estamos acompañadas de mujeres tan valiosas en cada sector, que están impulsando, creando y tratando de sobreponerse y burlar ese bloqueo; porque lo que tenemos claro es que el bloqueo va a seguir, pero nosotros no podemos cejar en esa lucha”, acotó Sánchez Portero.
Para Marta Gil Bernabéu, comunicadora de la Dirección Provincial de Educación, con 43 años en el sector y dirigente de la FMC por nueve años, “esta es la Sierra Maestra de la actualidad. Si en aquella época hubo que ir para la sierra a hacer una guerra y una revolución; ahora es aquí, con un móvil en la mano, en las redes sociales, defendiendo toda la distorsión que le están tratando de hacer a las nuevas generaciones, tanto de nuestros contenidos de historia como de procesos que están ocurriendo, que ellos quieren tratar de cambiarle el nombre y el apellido”.
Por su parte, Niurka Moreno Carrero habló por el bloque 85 del reparto La Asunción y sobre cómo el bloqueo afecta fundamentalmente a las mujeres: “Como federadas, nos hemos dado a la tarea de ir por encima del bloqueo, de no permitir que nos impida realizar las actividades ni avanzar en lo que podamos hacer. Se inauguró el pasado 23 de agosto una casita infantil, hemos logrado apoyar con donaciones de juguetes. Es un problema serio el tema de la medicina y todos lo sabemos. Sin embargo, nos dimos a la tarea de realizar de conjunto con el consultorio médico #25 un jardín medicinal”.
El testimonio de Beatriz Crespo Valiente, trabajadora de la dirección provincial de Cultura en Mayabeque, fue muy emotivo. Ella, madre de tres hijos, abuela de cinco nietos y bisabuela, reconoció que en todas esas generaciones ha incidido el bloqueo y se conmociona al escuchar al ministro de Relaciones Exteriores cuando evoca los ejemplos de los niños, niñas y adolescentes que no tienen medicamentos para sus tratamientos.
Advirtió que, al igual que sus madres, abuelas y tías, ella lo siente “en sus zapatos” y expresó que ese es el sentimiento de las cubanas, que no es comparable con ningún sentimiento de cualquier país.
“Nosotros somos solidarias”, admitió Beatriz, quien, aunque es federada de un bloque en la ciudad de La Habana, trabaja en la más joven provincia del país y percibe todos los impactos que tiene el bloqueo, no solo en las actividades del sector de la cultura, sino también dejando huellas en sus compañeras de educación, la salud, la vivienda y en toda Cuba. “Hay que luchar por el país donde vivimos, donde nacimos, por la vecina que necesita algo. El medicamento que yo tengo se lo doy. O la sal que no le llegó a la bodega, le doy el poquito. Eso es Cuba. Nada más que Cuba. Porque me tocó de siempre. Mi nieto se fue, ya llegó, está en el país que él quería estar. Y lo único que me dice es: ¡Ay abuela!, nada más”.
En una de sus intervenciones, Mayumi León, secretaria de la FMC mayabequense, destacó el vínculo y el papel importante de la ciencia con la organización, a partir del actuar de las mujeres científicas que ponen todo su empeño para resistir al bloqueo. Recalcó que el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA), mediante sus proyectos, ha enseñado a las familias cómo conservar las semillas, sembrar en los patios, hacer condimentos secos para poder conservar y que sea más barato para esas necesidades en el hogar. “Con los recursos que hoy ellos tienen, aunque no tienen otros, dicen: 'vamos a enseñar a la familia que en esta maceta yo puedo sembrar esto y que el fertilizante que hoy voy a utilizar es este, que la semilla la puedo guardar a esta temperatura y me va a servir para poder sembrarla en X momento”.
Similares experiencias se desarrollan por el Instituto de Investigaciones Hortícolas “Lliliana Dimitrova”, el Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria (CENSA), el Centro Nacional de Biopreparados (BIOCEN) y otros, de conjunto con la Universidad Agraria de La Habana “Fructuoso Rodríguez Pérez” (UNAH); con un papel fundamental en la formación de jóvenes y en la capacitación. El territorio cuenta con un gran potencial, al ser el segundo polo científico cubano, y es elocuente que más del 45 % de su fuerza está compuesta por mujeres.
Elaida Rivero Valenzuela, quien es secretaria del Bloque 71 de San José de las Lajas, pero además la directora del Centro Universitario Municipal, la coordinadora de la Casa de Orientación de la Mujer y las Familias y del cumplimiento de la estrategia contra la violencia de género, consideró que todas esas responsabilidades le han dado la oportunidad de unirlas para luchar contra el bloqueo.
“La gente tiene que saber qué le pasa hoy a la familia cubana, que no es la misma familia cubana de hace unos años atrás y que tenemos que seguirla trabajando. O sea, estamos trabajando, vamos a seguir trabajando, yo tengo 73 años ya, pero me parece que me falta muchísimo para hacer y hasta el último aliento voy a seguir siendo vencedora de imposibles”.
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