Fotos: Natasha Salomé Tachín Sarría
Por Gabriela Orihuela y Aime Sosa Pompa
Mientras lees este texto; mientras conversas, haces tu rutina o piensas en los problemas que te atormentan, en la Franja de Gaza el terror toma cuerpo y arrebata vidas. No se trata de minimizar las preocupaciones o dolencias de las personas, sino de alzar la voz contra el genocidio, el odio, la intolerancia, por la justicia y la paz.
En la Franja de Gaza están siendo asesinados niños, niñas, adolescentes, mujeres, hombres, adultos mayores …sí, todos y todas. En la Franja de Gaza caen bombas, se destruyen casas, edificios, escuelas, hospitales, la vida. Las imágenes tienen la capacidad de hablar en varios idiomas, de gritar sin mencionar palabra alguna, de aunar, sensibilizar, espantar. El canal de televisión Al Mayadeen domina esa premisa y, para sustentarla, trajo a su stand del III Coloquio Internacional “Patria”, una propuesta de realidad virtual muy dolorosa.
Sabes que es Palestina por la bandera y la consigna que vocifera «Palestina libre»; por las fechas, los números que cuentan años de conflictos y silencios; por los colores que hoy se ven multiplicados en quienes protestan y apelan a la paz internacional, a la soberanía de un pueblo mutilado. Tres gafas de realidad virtual yacen en una mesa blanca y, por experiencia, fría. Cada una de ellas te invita a un violento recorrido. Imágenes, videos y datos de lo que en la Franja de Gaza se ha vivido en estos últimos cinco meses.
No todas las personas desean vivir la experiencia que comienza en un edificio en ruinas. Caras asustadas en los balcones, en las calles destruidas; escombros que esconden los cuerpos que, minutos antes, poseyeron sueños; restos de una ciudad ahora con el más profundo anhelo de que sus hijos e hijas sobrevivan y se esfume el sonido nefasto de las bombas.
Bahaa Haidar es una de las personas que lidera el stand y se disculpa porque «las imágenes —que datan desde el inicio del genocidio, el 7 de octubre del pasado año, hasta la actualidad— son muy fuertes». Pero es «la realidad y hay que mostrarla como es. Lamentablemente, los medios de comunicación intentan tapar estas imágenes por la sensibilidad que poseen», aseveró.
Los sentimientos afloran cuando se es testigo, en primera línea, de una guerra: hay quienes lloraron, estrecharon sus manos, compartieron un abrazo, mordieron sus labios o, sin pensarlo, quitaron las gafas con desdén como si en ellas se encerrara toda la maldad del mundo. De algo sí se está claro: ¡el cese al fuego debe llegar! ¡Palestina libre ha de ser!
Los colores volverán a la Franja de Gaza
Ali Hijazi, corresponsal de Al Mayadeen en Caracas, aseguró que «el mundo debe saber más de Palestina, de lo que está pasando. Las fotografías expuestas no mienten, desde 1947 el pueblo palestino ha perdido territorio por las ocupaciones. Esto es algo verdaderamente insólito».
Sin embargo, las plataformas digitales han permitido romper los silencios de algunos medios de comunicación masiva. «Debido a estas redes es que muchas personas se han informado sobre lo que sucede en Palestina», alegó.
«Más de 33 mil vidas han sido asesinadas en Gaza, de ellas, aproximadamente 80% son mujeres, niños y niñas», afirmó el corresponsal en Venezuela.
Pese a todo el dolor recordado, el periodista señaló que hay países que se encuentran «del lado correcto de la historia», como Colombia, Brasil, Nicaragua, Venezuela y Cuba. Hijazi se asombró al contar que Miguel Díaz Canel Bermúdez fue el único presidente de todo el mundo que marchó junto a su pueblo para denunciar la masacre que vive Palestina.
A la par que en el stand del medio de prensa citado se visibilizaba la injusticia y las atrocidades, Israel atacaba, por cuarta ocasión, el hospital «Al Shifa», el principal del norte de Gaza.
«Las fuerzas de ocupación israelíes irrumpieron violentamente en el Complejo Médico Al-Shifa, al oeste de la ciudad de Gaza, y enviaron una intensa cobertura de fuego aéreo y artillería. Desde las primeras horas de este lunes, drones israelíes dispararon contra los palestinos refugiados dentro y fuera del hospital, mientras los barcos de ocupación también lanzaron sus proyectiles», informó el corresponsal de Al Mayadeen.
Las tristezas y el poder de las miradas
Omayma Seab Alkhawaga, estudiante palestina de Medicina y residente de Oftalmología en el Instituto Ramón Pando Ferrer, nos repite que las imágenes son impactantes. «Es lo que vive la gente en la Franja de Gaza desde hace más de cinco meses.
«La gente aquí lo vive por cinco minutos y, aun así, es muy impactante para ellos, pues se pueden imaginar entonces cómo es para las personas que viven dentro de la Franja. Es muy muy fuerte», recalca.
Aunque sus padres viven actualmente en Cisjordania, la familia de su mamá está en la Franja de Gaza.
A pocos centímetros, alguien sufre desde unos cascos virtuales lo que ellos ya han vivido. Con los pulsos apretados, debemos seguir conversando: «La situación es muy difícil, yo sé de ellos a través de mi madre, ella me dice si están bien, si no..., siempre pienso que no tienen electricidad, no siempre tienen comunicación».
Señala a otro de los colegas de trabajo que están en el stand, quien perdió a su padre y cuenta que esa muerte le afectó también, pues era compañero de vida de su abuelo: «lo han bombardeado junto a 150 familiares...», y entonces el silencio nos rodea sentencioso por unos segundos, mientras muy cerca otra persona llora sin poder contenerse.
Seguimos con un nudo en las gargantas, recordando que las mujeres palestinas están sufriendo ahora mismo, en estos momentos, todo tipo de vejaciones. «Sí», asiente Omayma. «Sean niñas, mujeres, embarazadas, todas sufren. Las embarazadas están pariendo sin anestesia, no tienen la atención médica que deben tener. Las niñas que quedan huérfanas o las madres a las que les matan a sus hijos sufren de varias maneras y todo es muy fuerte y doloroso».
Le pedimos un mensaje para todas las mujeres cubanas que están leyendo esta entrevista. «Es fuerte», nos dice mientras respira para coger fuerzas. «Yo les diría: seguiremos luchando por las mujeres palestinas y por las mujeres cubanas que luchan por la causa palestina, porque la causa palestina es de todo ser humano que cree en esa lucha, en esa causa, y lucha por ella».
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