martes, 30 de enero de 2024

Orgasmo femenino, ¿palabra maldita?


Fotos: Tomadas de Juventud Técnica

Por Gabriela Orihuela

De adolescente sólo asociaba la palabra orgasmo al hombre, a lo masculino, al semen. En la escuela nunca me hablaron del orgasmo femenino. Pareciera que nosotras únicamente estábamos para satisfacerlos…a ellos, a los hombres.

Se convirtió —y sin poder precisar fecha— en una palabra maldita, como se presenta en la web la serie documental “La palabra maldita”, de Beatriz Ramírez López. En estos tiempos es que se escucha más, se habla sin tapujos sobre el orgasmo femenino. No es que su concepto haya variado —cosa casi imposible—, sino que la posición de la mujer en la sociedad ha mutado y la visibilidad del cuerpo femenino es mayor, hay menos miedo y más derechos.

«En una búsqueda meticulosa sobre la sexualidad femenina (ídem orgasmo y clítoris), se encuentra que hay un cúmulo muchísimo menor de investigaciones médicas, sexológicas y antropológicas al respecto que las dedicadas a estudiar la sexualidad masculina, con muchísimas interrogantes aún por responder», señaló la periodista Claudia Rafaela Ortiz en el texto “Orgasmo femenino: ¿una brecha insalvable?”, publicado en Juventud Técnica.


Lisandra Puentes Vallarde, periodista tunera, definió los orgasmos como «una medicina para el estrés, el sueño y hasta el aburrimiento». Pero, por qué podemos afirmar esto desde un punto de vista científico.

El orgasmo femenino es un proceso complejo, de origen multifactorial, que tiene componentes biológicos, psicológicos y sociales. La psicóloga del Centro Nacional de Educación Sexual Carla Padrón Suárez expuso que «una vida sexual sana y con presencia de orgasmos puede influir en la salud mental de la mujer, evitando enfermedades como demencia senil, alzhéimer o cualquier otro mal del cerebro. Asimismo, el orgasmo puede ayudar si sufres de migrañas o cualquier tipo de dolores de cabeza. Los orgasmos también influyen en los niveles de felicidad.

«El orgasmo tiene muchos otros beneficios: disminuye el estrés, favorece el sueño, mejora tu flujo sanguíneo por ser una actividad aeróbica y ayuda a mejorar la piel», agregó.

Muchas mujeres creen ser anorgásmicas y, aunque las cifras sean alarmantes, debemos tener en cuenta que, en varios casos, se debe a la carencia de una educación integral de la sexualidad, a la falta de autoconocimiento del cuerpo e, incluso, a la poca experimentación, ya sea de manera individual o en pareja.

La anorgasmia es definida como el trastorno orgásmico femenino,m. Resultados de un estudio publicado en la revista científica Sexología y Sociedad, de la psiquiatra y profesora María del Carmen Vizcaíno Alonso, señalan que en Cuba este padecimiento se halla entre el 25 y el 43,7 por ciento de las mujeres que asisten a terapia sexual.

«Otra investigación realizada en La Habana comprueba que es un fenómeno prevalente en la población femenina; sobre 845 mujeres estudiadas se obtuvo la cifra de un 26,98 por ciento con disfunción orgásmica», explicó Ortiz.

Lo ideal es acudir al médico ante cualquier disfunción sexual. Sin embargo, las estadísticas demuestran que un porcentaje bajo de mujeres acuden por esta causa.

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