domingo, 3 de diciembre de 2023

Daiana García: Un relato de emociones en la quinta edición Habana Clásica

Tomada de la cuenta de facebook de Habana Clásica


Por Lianne Garbey Bicet

En el resplandeciente escenario de la Quinta Edición de Habana Clásica, Daiana García destaca por su figura imponente, la batuta en mano como una extensión de su ser. Bajo las luces cálidas, resalta no solo por su presencia física, sino por el aura de pasión y determinación que la envuelve.

En cada inicio de pieza, el silencio se apodera del auditorio, todos los ojos fijos en ella, esperando ese primer movimiento que desatará una sinfonía de emociones.

Es en ese momento cuando su verdadero arte se revela: cada gesto, cada inclinación de cabeza, cada mirada intensa se convierte en un diálogo silencioso con su orquesta, una comunicación que trasciende las palabras, llevando al público en un viaje a través del lenguaje universal de la música.

La participación de Daiana en Habana Clásica ha ido más allá de la dirección de la Orquesta de Cámara de La Habana para liderar pequeños formatos orquestales en diferentes presentaciones. Además, ella desempeñó un papel clave en la curaduría del programa, seleccionando y preparando cada detalle con meticulosidad.

Durante cada una de sus presentaciones, dejó ver su habilidad para adaptarse rápidamente a las exigencias de los solistas y proyectar serenidad y precisión a su orquesta en un tiempo récord.

Aunque para los espectadores esto signifique una proeza que destaca su compromiso y maestría, ella no deja de asumirlo como uno de los continuos desafíos a los que tiene que enfrentarse en su desempeño profesional.

“Hay que estar muy bien aplomado con la música, para poder transmitir la tranquilidad necesaria de que sí vamos a poder lograr todo en muy poco tiempo y, además, ser ágil y preciso en responder rápidamente a lo que proponen estos solistas, que además han tocado toda la vida con directores de gran calibre a nivel mundial. Así que para mí también es un reto y un crecimiento cada vez que me enfrento a estas experiencias”.

Además de su papel en el escenario, Daiana se ha sumergido como espectadora en los conciertos de Habana Clásica, disfrutando de las actuaciones de músicos cubanos y extranjeros.

"Realmente, he tratado de ir dentro de lo que he podido. Hay conciertos que me he perdido justo por estar trabajando en los ensayos, pero he tratado de ir a todos y me ha fascinado. Ya te digo, el concierto de Grégoire Maret, espectacular; los conciertos de la música árabe, tanto en la inauguración como el que se hizo en Bellas Artes con las muchachas tunecinas, realmente han sido conciertos fabulosos.

"Todas las propuestas han sido de lujo, tanto cubanos como los músicos foráneos participantes han estado a una altura, de verdad, de un disfrute y un aprendizaje tal que desde el público también nosotros seguimos creciéndonos."

Según nos comenta, por estos días, una vez más, ha observado con satisfacción que la música clásica atrae a un público cada vez más joven y diverso, algo que considera vital para el crecimiento y la sustentabilidad del género.

El público ha sido fabuloso, ha habido una asistencia importante de público de todas las generaciones, pero sí vemos mucho que los jóvenes están asistiendo cada vez más a los conciertos. Jóvenes que, en muchos casos, son estudiantes o están afiliados de alguna manera al mundo musical, pero otros no. Muchos jóvenes de la Universidad de La Habana, personas con una sensibilidad increíble e incluso con conocimientos de los autores y sus obras. O sea, son personas que saben lo que están viniendo a ver y eso nos gusta muchísimo, subrayó.

Y, por supuesto, dijo, contamos con un público ya un poco mayor, que es asiduo a consumir este tipo de música. Pero nos gusta mucho ver que los conciertos están realmente llenos de gente disfrutando, de gente que hasta el último momento se queda en un silencio sepulcral, que se ve que están en total comunión con lo que está ocurriendo en el escenario.

Junto a estas palabras, aprovechamos para conversar acerca del creciente protagonismo de las mujeres en la música clásica, un fenómeno que considera un reflejo de la dedicación, determinación y pasión que caracterizan a las mujeres en este campo. Para ella, la presencia femenina en la música no es casual, sino el resultado de un esfuerzo y trabajo constantes.

Comentó que se está haciendo habitual que las orquestas y los conjuntos en general estén llenos de mujeres. "Ellas han demostrado una paciencia y determinación extraordinarias para proyectos a largo plazo, aunque no siempre sean económicamente atractivos de inmediato y eso se ha ido poniendo en evidencia y ganando un terreno increíble”.

Pero, más allá de la música académica, Daiana se identifica como una apasionada de la música en todos sus géneros y formatos, siempre que ésta sea abordada con la misma seriedad y responsabilidad. “Si está bien escrita, si es algo que está hecho con honestidad y con seriedad de trabajo, puedo involucrarme junto a la orquesta en diferentes proyectos. Nosotros hemos trabajado con jazzistas, trovadores, hemos hecho música electrónica... de todo. Realmente tenemos un campo amplio y todo lo abordamos con la misma entrega..."

Así, mientras el telón cae en la Quinta Edición de Habana Clásica, Daiana no solo deja una huella en los corazones de quienes tuvieron el privilegio de verla sobre el escenario, sino que también siembra una semilla de esperanza y expectativa para el futuro de la música clásica.

Su habilidad para cruzar fronteras estilísticas, su compromiso inquebrantable con la excelencia y su capacidad para inspirar tanto a músicos como a audiencias, hacen de ella una figura indispensable en el panorama musical contemporáneo de esta isla caribeña.

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