Por Aime Sosa Pompa
Más del 80% de la población cubana actual sólo ha conocido una Cuba bloqueada, resalta el Informe sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América, que será puesto a consideración en la Asamblea General de las Naciones Unidas, cuyas sesiones serán los días primero y 2 de noviembre. Los daños, que no han cesado ni un solo día, se cuantifican en ese documento en el período que va desde el primero de marzo de 2022 al 28 de febrero de 2023.
Como un acto de genocidio calificó el canciller Bruno Rodríguez al bloqueo, durante una conferencia de prensa, y comentó que es innegable su impacto en la calidad de vida y los servicios que se brindan a la población; pues nunca antes el país enfrentó niveles tan extremos de escasez de medicamentos, alimentos y combustibles como en estos últimos años; al punto de no sólo deteriorarse las condiciones materiales de vida, sino que se lesiona la dignidad humana. Por otra parte, se considera que de no existir, el PIB pudo haber crecido 9% en 2022.
En relación con los alimentos, provoca también una afectación indirecta, porque priva a Cuba de los recursos financieros para importarlos. Aunque se pueden adquirir algunos productos agrícolas y alimentos en los Estados Unidos, se hace bajo reglas draconianas y normas totalmente discriminatorias.
También se reconocen las severas limitaciones que perjudican la calidad de los servicios de salud a la población cubana, por la cancelación de contratos, el incremento de los costos de comercialización y la creciente presión sobre los bancos; entre otras acciones que se agravaron en medio de la pandemia de la COVID-19.
Además, se resaltan las dificultades para adquirir los insumos para la producción de libros, folletos y demás bienes didácticos impresos. Se suman las afectaciones a las Empresas de Periódicos y Ediciones Caribe, que dejaron de producir 76,9 millones de libretas, libros, cuadernos y recetas médicas y 97,4 millones de ejemplares de la prensa.
En la esfera del deporte ha sido evidente el robo de talentos cubanos, propiciado y estimulado por las políticas discriminatorias y selectivas de los Estados Unidos. Además, se han incrementado las limitaciones y los costos para la adquisición de implementos deportivos, tejidos, calzado, medios técnicos y pedagógicos, soportes tecnológicos, entre otros que tienen como principal productor a Estados Unidos.
El texto resalta el incremento de la emigración cubana y su vínculo directo con el endurecimiento del bloqueo: “Faltaría a la verdad quien no reconozca esta política como la principal causa del deterioro de la situación económica del país, que ha llevado a una cantidad no despreciable de cubanos a buscar otras vías de realización personal fuera de Cuba”.
En su contenido, se pueden encontrar las leyes y regulaciones estadounidenses que se mantuvieron vigentes en el período; las consecuencias de La Ley Helms-Burton, que sigue trascendiendo como un mecanismo; y el mantenimiento de la deshonesta calificación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo.
En las páginas finales se enfatiza que el Gobierno estadounidense ha ignorado por 30 años las sucesivas resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas y que ninguna familia cubana escapa de los efectos del bloqueo. Se concluye con el agradecimiento profundo a las muestras de solidaridad y apoyo recibidas, y se confía en el respaldo de la comunidad internacional ante el legítimo reclamo de poner fin, de una vez y sin condicionamiento alguno, a este injusto, ilegal y cruel sistema de medidas coercitivas unilaterales.
*Se puede descargar en el sitio oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba:
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