martes, 3 de octubre de 2023

Bertina Felipe Castro: una mujer en el Frente de las Marianas



Para Bertina Felipe Castro, reelegida como Secretaria General de la FMC en el Tercer Frente Oriental Mario Muñoz Monroy, somos las Marianas de ayer y las Marianas de hoy.

Por Aime Sosa Pompa

Conversar con Bertina Felipe Castro es como encontrarse con una corriente de río vigorosa y clara, mientras se desanda bien acompañada por un verde lomerío. Lo mejor es que contagia, hasta cuando invita: “vayan por allá y nos montamos en los caballos”. Ella lidera a más de 11 mil serranas, incorporadas a la Federación de Mujeres Cubanas, organizadas en 59 bloque y 248 delegaciones. Fue electa nuevamente para esa responsabilidad en la Asamblea pre Congreso de su municipio, el Tercer Frente Oriental Mario Muñoz Monroy, uno de los más complejos geográficamente en Santiago de Cuba y también otro territorio que emula por su sitial en la historia patria desde hace siglos.

Mientras se conocían pormenores del accionar cotidiano, la #RevistaMujeres dialogó con ella sobre dos aspectos medulares en estos tiempos de exigencias y ocupación: el embarazo en la adolescencia y la violencia de género.

Existe una cuestión que preocupa y ocupa a todos, Bertina, y es el embarazo en la adolescencia. Coménteme cómo está eso allá, porque imagino que deben tener un tratamiento diferencial…

Sí, hoy sabemos que hay que darle un tratamiento diferenciado, con 46 niñas embarazadas menores de 20 años. Debemos darles charlas educativas a esas niñas que hoy no están preparadas para tener un niño, porque es el que te sale bajo peso, la madre con anemia. Son las que hoy tienen un aborto espontáneo también. Cuando esa niña se embaraza, ya pierde su línea de vida, ya no estudia y entonces estamos buscando llevarle todos esos elementos, que rompen con su niñez, porque cuando usted se embaraza joven, ya esa juventud la dejó atrás, tiene un niño que atender o es una madre sola, como en muchos casos. Los padres no asumen la responsabilidad con esos niños y entonces, a veces, no tienen las condiciones mínimas indispensables para procrear. Vemos el tema de que las que quieren, no tienen condiciones; y las que tienen condiciones, no pueden. Estamos trabajando dándoles elementos, herramientas; eso también fue parte de la sensibilización de la violencia intrafamiliar, hicimos talleres con un impacto muy positivo. Con el equipo de trabajo multisectorial y los Círculos de Adolescentes creados por Consultorios Médicos de la familia, estamos llegando hasta ellas, con los especialistas de la Casa de Orientación a la Familia y las casas talleres que se han organizado en diferentes lugares.

Cuénteme sobre alguna muchacha embarazada y que hayan trabajado con ella…

Bueno, había una muchachita embarazada, de una comunidad que conocí, y nosotros hablamos con ella. Después del embarazo se dio cuenta de que estaba arrepentida, porque vio que tronchó su vida, no logró su sueño…, son lugares donde no están todas las condiciones y ellas te cuentan su historia de vida…

¿Qué le pasó a ella?

El novio, quien la embarazó, no se hizo responsable del bebé después. Entonces los padres han tenido que írselo encaminando, tampoco tienen todas las condiciones creadas, porque la vivienda tiene problemas, malas condiciones. Por parte del Gobierno se le organizó algo su casa en Santa Rosa, se le erradicó el piso de tierra, se recogieron más cosas de canastilla para entregarle al varoncito. Con la brigada de Las Marianas se le llevó alimentos, ropa, zapatos para ella. Tenemos que ayudar porque sabemos que el salario de los padres no da para eso y que la vida está difícil. Queremos darles muchos consejos a las niñas, los padres tienen que saber conversar con ellas, crear confianza para que puedan contarles su problema. Porque a veces son tan agresivos cuando ellas dicen “tengo un novio” o “estoy embarazada”. En vez de atacar, hay que sentarla y, con amor, explicar las cosas y apoyarla. Si somos agresivas con las niñas y no las apoyamos, entonces hoy esa niña puede cometer una locura, puede hacer algo incorrecto porque no vio un apoyo. El apoyo familiar es muy vital y la familia tiene que quererse.

Sobre esto de que el novio no se haya hecho responsable, puede ser una manifestación de machismo y es bueno que se aborde ese asunto, porque es lamentable repetir que hay zonas donde el machismo está tan arraigado que mal acompaña a casos de violencia. Coménteme.

Todavía podemos decir que el machismo está arraigado aquí y han habido casos también de violencia. Hemos podido llegar con la jueza y especialistas del Tribunal, la fiscal y los grupos multidisciplinarios; pero además con los psicólogos, para dar apoyo, llevar elementos y herramientas necesarias a esos lugares donde hoy ellas son víctimas de violencia, para que la mujer conozca cuáles son sus derechos y a dónde acudir cuando se sienta acosada, cuando se sienta víctima. Porque queremos que esas cosas se transformen. Llegamos a las comunidades intrincadas, como Los Manantiales, y fundamentalmente encausamos esto con especialistas, porque ninguna comunidad se parece a la otra y hay problemas latentes, como la violencia intrafamiliar, que se conocen siempre llegando allí, detectando, conversando y dejando un mensaje para que tenga un impacto.

¿Y ha sucedido algo con ese actuar de ustedes?

Hemos visto un despertar diferente, porque ya la mujer llega y denuncia; porque el tema es que no denuncian. Pero también tienen otra vía: usted es víctima de violencia y no denuncia, pero yo, que soy la vecina, que vi que usted era víctima, yo también puedo denunciar, porque se convertiría en un delito conocer y no informar. Está el Código Penal, la ley, lo que tenemos que explotarla y nos toca llegar allí, sensibilizar a la familia, conversar con las mujeres, darles herramientas.

¿Y cómo ustedes llegan a esos lugares tan lejos?

Nosotros llegamos con un equipo de la emisora que va a trabajar allá, en carro o a pie.

¿Y cuantos pasos de ríos tienen que cruzar?

Fuimos a Las Bocas, una zona intrincada, tuvimos que cruzar siete pasos para allá arriba, donde la labor fundamental que tiene la mujer es la cosecha cafetalera. En ese lugar no hay tanta posibilidad de empleo y hay que llegar allí, conversar… como si es de casa en casa. Se llega al lugar indicado, aunque quede a una distancia muy grande; tocas la puerta, hablas con la familia…

Como en San Lorenzo también…

Si, en San Lorenzo también y en Los Ranchitos. Son lugares intrincados, pero se nos da la posibilidad de llegar a intercambiar, para saber cómo piensan nuestras mujeres que están aisladas, porque a las que están aquí en el pueblo una las ve todos los días. A partir de lo que hemos hecho, sabemos que nos falta un camino para andar, que tenemos que hacer muchas más cosas. En nuestro Onceno Congreso debemos dar una mirada diferente, tenemos que vincularnos mucho más a las comunidades, llegar más a ellas, prepararlas, alcanzar a las que no hemos llegado; pero tenemos que llegarle con esa intención, para que se sientan representadas por nuestra organización. Entonces, en aquellos lugares de difícil acceso, tuvimos programas de encuentro. Son comunidades que no tienen un televisor ni una radio para informarse, a donde llevamos temas esenciales, como el embarazo en la adolescencia y los medios preventivos de protección para la mujer.

Seguimos con la triste realidad de la violencia, ¡cómo duelen esos casos!

Te puedo hablar de una señora del Consejo Popular de Filé. Estaba siendo acosada por un ex esposo, ella ya estaba casada y era una violencia contra ella. Fue y lo denunció. Entonces se pudo citar al compañero con el grupo, la Fiscalía y el Tribunal; tuvimos un conversatorio con él, fuimos con el MININT y, a partir de todas esas acciones, se erradicó el problema, nunca más se ha metido con ella. Lo importante es denunciar y, a partir de ahí, actuar; ese fue un buen final. Ahora estamos atendiendo a otra muchacha, a quien el suegro le dio dos planazos. Ella es una mujer productora, siembra la tierra, ranqueá… y el suegro le cortaba los racimos de fongo porque le daba la gana. Si siembro un pedazo que es mío, ¿quién le da derecho a cogerse mi producción? Entonces, cuando ella le reclamó, él le dio dos planazos.

Dos planazos, ¿eso qué significa?

Planazos en la nalga, en la espalda, con el machete. Ya tenemos los elementos para comenzar a trabajar. Tuve otro caso, una señora a la cual el marido le partió la pierna, porque ella tenía su cerca y su casa, y él se metía, le quitaba la cerca, la violentaba… Y actuamos, más nunca se metió con ella.



Algún consejo para las mujeres cubanas, sobre todo las que viven en sitios del Plan Turquino…

Mi consejo es que cada día más tenemos que querernos y aplicar el concepto de unidad. Tenemos que amarnos, enfrentar los problemas. Tenemos un reto, que es preservar la conquista alcanzada por nuestra Revolución. Como decía Fidel, tenemos que emanciparnos nosotros mismos y por nuestro propio esfuerzo. Hoy estamos pidiendo también que nuestras mujeres tengan mayor vínculo con la labor agrícola, que siembren. Hay mil ideas: que no se quede un espacio vacío ni una mata de fongo, de guineos, sin sembrar; que críen, porque hoy el país necesita alimentación, producción de alimentos; que se incorporen a parcelas para poder producir, que siembren. Podría hablarte de una de mis hijas, que tiene una crianza grande de 40 y pico de gallinas; yo me quedé con los guanajos.

En la medida que se pueda producir y sembrar, podemos también llevar el fruto que recogemos, lo que sembramos; ayudar a otras familias que quizás lo necesiten; o que la gente pueda venderlos. En esa misma medida estamos sosteniendo nuestra economía. Estamos aquí porque somos las Marianas de ayer y las Marianas de hoy. Ese es mi consejo: salud y a cuidarse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario