«El futuro es nuestro, debemos construirlo de conjunto y no puede estar dentro de un orden de concentración de poder y riqueza en el que se benefician unos pocos», expresó la primera ministra de Barbados, Mia Amor Mottley, durante su intervención en la Cumbre del G77 y China, cita que sesiona en La Habana del 15 al 16 de septiembre.
La reunión de jefas y jefes de Estado tiene como tema central el debate en torno al tema de los retos actuales del desarrollo, mediante el papel que juega la ciencia, la tecnología y la innovación.
En este sentido, la mandataria reconoció, como principales brechas, el acceso de las mujeres y la juventud a las tecnologías, así como las carencias de recursos para que estas puedan ser utilizadas en centros estudiantiles.
Mottley señaló que es tiempo de invertir en educación, de impulsar políticas públicas comprometidas con la creación de un mundo digital más justo y solidario, que empodere a las personas que lo habitan.
Agregó que presenciamos una crisis múltiple, pese a vivir un momento en el que la humanidad ha logrado el mayor desarrollo científico de la historia, pues al mismo tiempo se estiman mayores índices de desigualdades sociales, económicas y de acceso a la información.
El Grupo de los 77 y China, como congregación internacional que vela por la cooperación y desarrollo de los países que lo integran, ha reconocido la importancia de eliminar estas barreras, reforzando la necesidad de asegurar la igualdad de género y trabajar activamente para promover la participación de las mujeres en todas las áreas de desarrollo.
Durante el debate, mujeres líderes y expertas de los países miembros compartieron sus experiencias, conocimientos y propuestas para abordar los desafíos actuales y futuros del desarrollo sostenible y el fortalecimiento de las economías.
Sahiba Gafarova, presidenta del parlamento de la República de Azerbaiyán, resaltó que, en víspera de su aniversario 60, el bloque se ha convertido en una organización importante que sostiene la solidaridad y el apoyo mutuo en la consecución de la Agenda 2023 para el desarrollo sostenible.
Ponderó también que el grupo asegura que las voces de los países en desarrollo se escuchen a la hora de solucionar los problemas globales.
De igual forma, Alicia Bárcena Ibarra, secretaria de Relaciones Exteriores de México, expresó que el G77 y China es un foro trascendental para lograr una voz articulada en favor del desarrollo sostenible en el Sur.
Bárcenas hizo un llamado de atención sobre la cuestión central del financiamiento del desarrollo sostenible y la capacidad de los países para lograrlo, afectada por la injusta deuda externa y las crisis que los sigue endeudando, lo cual los aleja de las metas propuestas.
Abogó por aplicar una nueva visión para apoyar financieramente el desarrollo de la región. «Se puede lograr, si unimos las voces y trabajamos juntos en el terreno de la ciencia y la tecnología, pero en un mundo de paz, sin guerras».
Jessica Rose Epel Alupo, vicepresidenta de la República de Uganda, resaltó que cuando la innovación científica conduce a la fabricación u obtención de productos que beneficien a la población y la economía, se vuelve crucial para el desarrollo de las naciones.
Por su parte, Retno L.P. Marsudi, ministra de Asuntos Exteriores de la República de Indonesia, expresó que la unidad y la solidaridad son claves. Ese espíritu es cada vez más importante en nuestros días, apuntó.
La Cumbre del G77 y China permite a los países en desarrollo unirse y trabajar en conjunto, para defender sus intereses, fortalecer la cooperación Sur-Sur y buscar soluciones conjuntas a desafíos globales. Esta cita proporciona una plataforma para que estos países sean escucados y promueve un mundo más equiativo y sostenible.
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