Por Doris Calderón Terry
El presidente cubano Miguel Díaz-Canel subrayó que les toca a los países del Sur cambiar las reglas del juego. Así lo afirmó en la inauguración de la Cumbre del Grupo de los 77 y China, celebrada en el Palacio de las Convenciones de La Habana, donde se reúnen este 15 y 16 de septiembre representantes de más de un centenar de naciones.
Según el mandatario, los países en desarrollo integrantes de este bloque exigen la democratización pendiente de las relaciones internacionales, pues son las víctimas principales de la actual crisis multidimensional del mundo, el abusivo intercambio desigual, la brecha del conocimiento y el agotamiento de los recursos naturales, entre otros problemas.
Al intervenir ante las delegaciones asistentes a la cita, que incluyen decenas de jefes de Estado y de Gobierno, Díaz-Canel apuntó que poseen la inmensa responsabilidad de representar los intereses de la mayoría de las naciones del planeta.
Conservamos el nombre original, pero somos mucho más de 77, añadió en referencia a que la agrupación está integrada por 134 países, los cuales representan más de dos tercios de la Organización de Naciones Unidas y el 80 por ciento de la población del orbe.
El presidente cubano sostuvo que reunirse en una cumbre brinda a los líderes de esos territorios la posibilidad de deliberar en colectivo y al más alto nivel político, en defensa de los intereses de esa mayoría, así como aunar posiciones frente a los retos del desarrollo.
Somos más y más diversos, agregó Díaz-Canel, quien recordó al reconocido poeta uruguayo Mario Benedetti, cuando afirmó que “el sur también existe”.
Con el tema “Retos actuales del desarrollo: papel de la ciencia, la tecnología y la innovación”, transcurre la primera jornada de la Cumbre de jefas y jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de los 77 y China.
Más de 100 delegaciones de alto nivel asisten a la cumbre, que tiene entre sus principales objetivos contribuir en los esfuerzos por avanzar hacia un enfoque unitario de los países del Sur ante los grandes retos y desafíos que enfrentan en la arena internacional.
Se trata de un espacio de concertación, de cara a la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que tendrá lugar los días 18 y 19 en Nueva York y la Cumbre del Futuro, que se celebrará en 2024.
La presidencia pro tempore de Cuba en el G77 y China durante 2023 ha estado comprometida a dar continuidad a los reclamos históricos del grupo, en particular los relacionados con la necesidad de un nuevo orden económico internacional y la reforma de la arquitectura financiera mundial.
Además, el rechazo a las medidas coercitivas unilaterales, las situaciones de concentración de la riqueza o de crecimiento de la pobreza, incluida la pobreza extrema, y el creciente y cada vez más agobiante peso de la deuda externa para el Sur.
Asimismo, se ha promovido una visión basada en el conocimiento, la academia y la ciencia frente a los problemas más acuciantes de la humanidad, incluidos los diferendos políticos internacionales, que determinan el presente y el futuro del planeta.
En tiempos de crisis sistémica, es primordial que se generen condiciones para acceder y utilizar la tecnología y la innovación y, al mismo tiempo, trazar caminos en materia de concertación política para la cooperación Sur-Sur, la cooperación Norte-Sur o fórmulas conexas.
En ese sentido, la Cumbre del G77 y China ñ, en La Habana, será de gran importancia por la naturaleza de la agenda y de la declaración política que se suscribirá como resultado del evento de alto nivel, también enfocado en acciones prácticas.
Como es habitual en el G77 y China, el texto será resultado de un amplio, transparente e inclusivo proceso de negociación intergubernamental, el grupo de concertación más amplio y diverso de la esfera multilateral, con 134 Estados miembros, que representan dos tercios de la membresía de la Organización de las Naciones Unidas y 80% de la población mundial.
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