Es el año 1553, la reina Isabel I de Inglaterra tomaba un baño mensual. Dicen que así acostumbraba hacerlo.
¿Cómo es posible que siendo reina, se bañara una sola vez al mes?
En los tiempos de la reina Isabel los baños y el jabón constituían un lujo tan grande que, aun ella, siendo reina, no podía desperdiciar a diario grasas y potasas en la fabricación de jabones. La higiene estaba enmarcada por el desconocimiento y la ignorancia.