Por Marilys Suárez Moreno
La estirpe africana de Paulina Pedroso hizo de ella una mujer amante de la libertad. Esa que le fue negada a sus ancestros, traídos como esclavos a Cuba, donde, a través de los suyos, conoció la vida en los barracones y el dolor del cepo.
Nacida en Consolación del Sur, en la occidental provincia de Pinar del Río, Paulina se trasladó a La Habana, donde vivió un tiempo hasta que tuvo que salir del país, perseguida por las autoridades coloniales, al tanto de sus actividades revolucionarias y su apoyo a la causa independentista.