Por Marilys Suárez Moreno
A María Escobar Laredo la conocieron por los seudónimos de Esmeralda y Vencedor, pero también el que más la distinguió entre los mambises, La Coronela, ganado por sus relevantes méritos dentro del movimiento independentista cubano.
Sabemos que entró en la historia patria por los muchos e importantes servicios que prestó a la causa libertaria; que nació en mayo de 1866 en Caibarien, en el seno de una familia de la clase media, y que desde muy joven se incorporó a la lucha, sin que el ejército español nunca pudiera apresarla, gracias a su gran destreza para evadirlo.
Entre las principales tareas de la patriota villaclareña estuvo la de ser correo y agente del Generalísimo Máximo Gómez Báez y también del General Francisco Carrillo, combatiente de las tres guerras por la independencia de Cuba y oriundo de Remedios. Al respecto, un enviado ligado a Carrillo, refiriéndose a María, destacó en una carta al jefe mambí: “Es valiente y constante. Su entereza y decisión por nuestra libertad raya en la locura”.