El 31 de agosto se celebra el Día Internacional de los Afrodescendientes, en homenaje a las contribuciones de la diáspora africana alrededor del mundo y en consonancia con la necesidad de promover y proteger los derechos humanos y libertades fundamentales de estas comunidades.
Esta jornada fue establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2020, en la mitad del Decenio Internacional de las Personas Afrodescendientes (2015-2024), que tuvo como ejes principales: el reconocimiento, la justicia y el desarrollo.
Constituye una oportunidad para emprender acciones contra todas las formas de discriminación racial y reafirmar la igualdad de derechos, reconociendo su potencial de contribución al desarrollo y bienestar de la sociedad.