Por Aime Sosa Pompa
Días de enero y de un nuevo año que incluso algunos olvidaron que iba a ser bisiesto, ya que, por las convenciones del calendario, así le toca al año 24 de siglo 21. Y menos mal, porque si esas personas se guían por las supersticiones, van a tener que estar cada segundo emitiendo un mantra de extrema energía positiva. Pero creo que hasta eso es agotador.
Por eso me encantaría abrir desde hoy una puerta a todos los actos y pensamientos que convierten a las intenciones en frutos deliciosos o provechosos. Siempre es bueno que alguien llegue y recuerde que existe el arcoíris, y que incluso para eso en determinadas coordenadas se nubla, cae un chin chin o se escuchan truenos y hasta caen fuertes aguaceros.
Pues ya llegó otro año más. Y el trato que propongo es seguir recibiéndolo, lo más acertadamente posible. Dicen que lo que se hace en los primeros doce días, determina el resto del año. Sea esa cifra o sean 15 jornadas, considero que podrías hacer estas dos cosas, y es solo una propuesta.