Por Carmen Maturell Senon
Irma* sufrió violencia durante 22 años de su vida. Al preguntarle si ha buscado orientación o acompañamiento al respecto, expresa un rotundo no. Ella, al igual que muchas mujeres santiagueras entrevistadas, asegura ser consciente de las graves consecuencias de la violencia de género, pero no tiene conocimiento de los lugares a los cuales dirigirse en busca de ayuda psicológica o simplemente asesoramiento jurídico.
Luego de escuchar su historia y consumida por la decepción, al percatarme de que, por la escasa información sobre los espacios de atención a la violencia de género muchas mujeres no buscan la ayuda requerida, decidí visitar la consejería de la Casa de Orientación a la Mujer y la Familia de Santiago de Cuba.
Sobre sus objetivos, proceso de atención a víctimas, los principales retos y otros asuntos importantes, Caridad García Rondón, especialista jurídica, dialogó en exclusiva con la revista Mujeres.