Por Aime Sosa Pompa
El swahili, o suajili, llegó a Cuba para ser una gran puerta de oportunidades y reverencias ante la gran Madre Africa. Eso lo puede asegurar Dayanny Romero Bartolo, lideresa del Proyecto de Desarrollo Local (PDL) Rosatur, en Santa María del Rosario, y estudiante de la primera edición cubana de un curso básico del idioma.
Esta lengua, que lleva una carga amplia de cultura y prácticas prominentes en el continente, debe su crecimiento a las comunidades que la practican desde hace siglos.