Por Yirmara Torres Hernández
Abortar duele. Duele en muchos sentidos. Duele durante el proceder o después de él. Duele la duda que muchas veces atenaza a la mujer. Duele, incluso, cuando estás segura de terminar con el embarazo.
Pero lo que más duele es la incomprensión de la sociedad en torno al que es, sin dudas, un derecho humano.
¿Debe tener la mujer el derecho a decidir si quiere o no continuar un embarazo por la razón que sea?. Cuando lo hace, ¿ acaso no está ejerciendo un derecho sobre su cuerpo y su futuro?