Por Aime Sosa Pompa
Quería comenzar este comentario, en tono muy personal, preguntando: ¿y tú cómo llegaste a septiembre después de estas vacaciones que más parecieron recorterías de un viejo libro lleno de inventos que un recetario con propuestas fáciles para hacer y saborear? Pero decidí entrar directo con esta afirmación: entre apagones que no solo cortan la luz sino a veces hasta la paciencia, las colas hasta para el agua que no siempre llega, y ese transporte que te pone a prueba; no parece fácil encarar con ganas ni claridad este noveno mes del año.
Ahora que regresamos de unas medio vacaciones que para muchas no han sido semanas de descanso, podemos sentirnos como si camináramos entre malezas por donde nadie ha pasado en un buen rato. Así de confuso y desordenado puede estar nuestro ritmo y nuestra mente al empezar septiembre, que en el calendario se abre como una promesa envuelta en dificultades avisadas. Digo más, hay quien ya ha confesado: "ahora es que voy a descansar". Y tiene toda la razón, más todo el derecho también.