Por Laura de la C. González Trujillo
Más de cuatro décadas de trayectoria en la actuación concretan el anhelo de Fara Madrigal, quien entre juegos y pasatiempos de la infancia soñaba con el arte de interpretar personajes y encarnar sobre la escena historias y realidades diversas.
"En las escuelas siempre me vinculé a los grupos de aficionados, fue en 1976 que hice las pruebas para el recién creado Instituto Superior de Arte (ISA). Allí comencé a estudiar y tuve la dicha de recibir clases de maestros maravillosos como Mario Balmaseda, Flora Lauten y profesores de la academia de Stanislavski que nos dieron una excelente formación", rememoró.
Titulada en 1981, la primera graduación de la Universidad de las Artes, se trasladó a realizar su servicio social en el Conjunto Dramático de Matanzas, y más tarde laboró en la creación de la sala Milanés y la transformación del colectivo hacia lo que se conoce como teatro El Mirón Cubano en esta ciudad, donde desde entonces desarrolla su vida profesional.