Inundaciones Históricas. Foto: Abraham Gamboa Fontanal
Dossier periodístico ante las afectaciones del huracán Oscar, octubre 2024
Por Aime Sosa Pompa y Lianne Garbey Bicet
Con el aliento y las ayudas en San Antonio del Sur: testimonio de una federada y fiscal guantanamera
Al llegar a San Antonio del Sur nadie quedó indiferente con la tristeza del paisaje que no correspondía con la belleza habitual de uno de los territorios de Guantánamo, donde los lomeríos y las costas parecen testigos impasibles de eras antiquísimas: "siempre bello radiante, con ese olor a mar que a uno le daba tanta tranquilidad. Desgraciadamente hoy cuando fuimos entrando el panorama era diferente, creo que todos llegamos con el corazón en la mano".
Así nos comentaba el martes 22 de octubre por uno de nuestros canales de WhatsApp, la federada Yadira Martínez Hernández, miembro del Comité Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).
En su voz se notaba el impacto de lo que ha vivido por pocas horas mientras recorría ese poblado donde, según se ha dado a conocer hasta el momento, por el fuerte azote del huracán Oscar, no podemos decirlo de otro modo, perdieron la vida 6 de sus habitantes.
Esa triste noticia sobrecogió a muchos, como fueron penosas, esas imágenes de un sureño San Antonio traspasado por aguas casi enfurecidas, dejando un récord en la historia del paso tormentoso de estos fenómenos meteorológicos que llegan al Caribe Oriental.
El testimonio de Yadira, en su doble condición de Vicefiscal Jefa provincial en funciones y especialista de la casa de Orientación a la Mujer y las familias, nos permitía acercarnos a las inmediatas intenciones de un grupo de integrantes de la FMC, que formaron parte de una comitiva junto a representantes de diferentes organismos e instituciones.
La Secretaria Provincial de la Federación en Guantánamo, Adilis Norys Torres Hernández, se encontraba en este equipo, que además de visitar las viviendas de varias mujeres que ocupan cargos en la organización, se insertó en labores de higienización del territorio.
“Eso nos caracteriza como mujeres y como cubanas. Estamos aquí, dispuestas a seguir ayudando a nuestras hermanas, a esas mujeres que son verdaderas vencedoras de lo imposible", compartió la fiscal.
Para ella “fue como sentir un mar de emociones cuando vimos a los compañeros, lo primero fue la alegría de ver a las mujeres en la primera trinchera de combate dándole fuerza a los hombres, a la familia, a los hijos, a toda la comunidad; con la conciencia de que en este país nadie queda desamparado y que además toda Cuba está pensando en Guantánamo específicamente en San Antonio del Sur y el municipio Imías, que fueron los dos más afectados".
Limpiando su vivienda Leyanis Londres Delgado en San Antonio del Sur, diputada de la ANPP, secretaria de bloque, fue delegada al IX congreso de la FMC y es la Presidenta del Tribunal Municipal de San Antonio del Sur.
Nos confesó que en ese momento todas las lágrimas se quedaron a lo interno, "lo importante era dar ese abrazo en agradecimiento por la vida, transmitir mucha positividad, confianza en que vamos a salir adelante.
Lo que hicimos fue adoptar también una posición en el combate que ahora es la limpieza, lograr rescatar lo poco que algunas personas pudieron salvar", reconoció.
En tan solo pocas horas se pudo ver como las mujeres han trabajado incansablemente desde la declaración de emergencia. Sus labores no solo se limitaban a las tareas de limpieza, también incluyeron la evaluación de las condiciones de vida de las personas más afectadas.
"Hemos recorrido el municipio con la directora provincial de Justicia para identificar dónde se encuentran las necesidades y garantizar que no quede ninguna situación desatendida", añadió. Para la próxima semana, se anunciaron planes para movilizar a fiscales que ayuden a garantizar la atención a la población vulnerable.
"Fuimos allá con donativos que se están recogiendo en toda la provincia ha sido una movilización general. A uno se le eriza la piel cuando se da cuenta de que todos damos el corazón ante una situación como esta".
Los testimonios de quienes sobrevivieron al embate de un fenómeno como Oscar son un recordatorio del valor de la vida. "Al escuchar como vivieron el paso de Oscar, el susto, de que manera tuvieron que actuar para poder salvar la vida, para proteger a sus hijos menores de edad, uno se da cuenta de que todos los días en Cuba nacen heroínas y héroes. Entonces yo creo que lo que queda es seguir trabajando, acompañando a nuestro pueblo y que vamos a seguir adelante".
Se notó que ella dominaba con creces lo ique estaba sucediendo, pues nos describió que en estos momentos todo el territorio guantanamero enfrenta un momento de tensión.
En la ciudad cabecera también se daba respuesta a situaciones complejas, entre ellas la atención a las personas que llegaron en tren desde La Habana, albergadas en instalaciones universitarias y con serias dificultades para trasladarse a las localidades de Imías y Baracoa.
"Realizamos una evaluación del estado de salud de los allí presentes, especialmente centrándonos en los ancianos y niños. Queremos asegurarnos de que no falte nada para ellos", explicó.
Al decir de Yadira, el abrazo humano y la empatía fueron los elementos más valiosos durante estas visitas. Cada uno llevaba una recomendación de alguien que llamaba, otras personas querían saber de sus familiares.
“Hasta allí fuimos a llevarle ese mensaje de aliento de sus seres queridos que no han podido llegar físicamente, pero le trasladamos el abrazo sin apenas conocernos.
Las personas siempre agradecen esas palabras de aliento que ayudan realmente a eliminar un poco la oxitocina y las situaciones de estrés en la que todavía ellos están", nos relató con emoción.
Es una lástima que los ciclones marquen esos derroteros tan devastadores y no sean por siempre veletas de buenas lluvias para las siembras.
Oscar trastocó los días de octubre de 2024, un mes que ya estaba marcado en rojo por jornadas de apagones ante una crisis nacional de disponibilidad eléctrica.
Cuando Yadira nos contaba al principio sobre su experiencia escribió algo que quizás debería ser una imagen cotidiana para las horas futuras: “Aunque el paisaje quedó destruido, todavía se advierte que las mujeres y los demás están viviendo luto por lo perdido, pero se percibe un pueblo unido, solidario, compartiendo desde una taza de café hasta un abrazo”.
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