Sobre María Luisa Dolz en 1895 escribiría Enrique José Varona: "A la señorita Dolz no le ha faltado, a lo menos en los últimos años, el estímulo del aprecio público; pero los que la hemos seguido de cerca, en el camino de sus progresos y en el desarrollo perseverante de sus planes, sabemos que el verdadero resorte de su espíritu ha sido su carácter entero, reposado e infatigable".
Por Marilys Suárez Moreno
Como nos tiene acostumbrados, octubre ratifica su condición de mes muy intenso, y este año en particular, parece haber sentado cátedra entre los nacidos o no en esta Isla nuestra tan especial. Pero los avatares o circunstancias acontecidas no nos hizo pasar por alto una fecha que ya teníamos presente, los 170 años del natalicio de una patriota independentista, educadora, luchadora por los derechos de la mujer, María Luisa Dolz y Arango, una mujer que hizo historia en el magisterio cubano y que, casi a punto de concluir octubre, traemos a estas páginas de Mujeres con Historia.
Nacida en La Habana, el 4 de octubre de 1854, desde pequeña tuvo una educación esmerada que le permitió asistir a los mejores colegios de su época y recibir en el hogar clases de francés, inglés, alemán, literatura, ciencias y música, revelándose muy temprano su vocación por la enseñanza.
Su constancia en el estudio y sistemática preparación la hicieron acreedora de éxitos en el mundo del saber y pronto obtuvo los títulos de Instrucción primaria elemental y superior a bachiller y el de Licenciada y Doctora en Pedagogía. La sapiencia acumulada en sus estudios la compartía luego con sus alumnos.
El interés por la enseñanza acercó a María luisa Dolz y Arango a otros campos, como el de los tribunales especiales para niños que habían delinquido. Este quehacer la llevó a visitar reformatorios en otros países, comparándolos con los existentes en el país entonces, en los que se hacinaban niños y jóvenes en penales sin la menor esperanza de redención y sí de deformación, como los calificó la pedagoga.
La maestra fue, asimismo, una luchadora por los derechos femeninos. Su labor más amplia y prolifera estuvo dirigida a la protección de la mujer. Incluso dirigió una escuela para la defensa de estos derechos, pues consideraba que reclamarlos significaba prepararse para ejercerlos, ya que la educación femenina había que completarla, para así contribuir a su emancipación y desarrollo.
Consideraba que la educación en Cuba debía de ser integral y abogaba, además, porque la mujer recibiera la instrucción necesaria. Acorde con estos criterios, estableció la escuela secundaria para mujeres, preparó a bachilleres y también a muchas aspirantes a maestras, en tiempos en que conseguir un aula para impartir clases a los menos favorecidos de la sociedad transitaba por la politiquería y los votos a los politiqueros de turno.
Fuera del ámbito docente, Dolz y Arango dictó conferencias y escribió artículos dirigidos a la reafirmación jurídica y social de las cubanas y tuvo una participación muy activa en el ámbito social de su época.
Mujer que trascendió su tiempo, figuró entre las feministas cubanas más destacadas de la época y enjundiosos trabajos suyos fueron presentados en los Congresos Nacionales de Mujeres celebrados entre 1923 y 1925.
La excelsa profesora y luchadora por los derechos de la mujer, falleció el 27 de mayo de 1928, dejándonos lo mejor de su patrimonio pedagógico.
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