martes, 10 de septiembre de 2024

Asela, la maestra que siempre fue


Por Marilys Suárez Moreno

Este 10 de septiembre, Asela de los Santos Tamayo, nacida en Santiago de Cuba en 1929 cumpliría 95 años de edad. Recordarla en su aniversario es honrar la memoria de quien fuera no solo una Heroína del Trabajo, sino también una de las más destacadas mujeres de nuestras luchas revolucionarias.

Desde su temprana juventud la vida de Asela estuvo enteramente ligada a la Revolución a la que se enroló desde la clandestinidad junto a su amiga y compañera inseparable, Vilma Espín Guillois, a quien conoció mientras estudiaba Pedagogía en la Universidad de Oriente.

Esta existencia de peligros y avatares revolucionarios marcaron la existencia de ambas mujeres, pues las dos se hicieron compañeras de lucha de por vida.

Sencilla, franca, con conciencia de su obrar político y profesional, Asela y Vilma participaron en actividades y operaciones que las marcaron política y revolucionariamente, como las acciones del 30 de noviembre de 1956, bajo la dirección de Frank País, y el posterior proceso clandestino que tuvo lugar en esa Ciudad Héroe.

“El levantamiento insurreccional del 30 de noviembre en Santiago de Cuba, fue una verdadera escuela. Allí descollaron compañeros como Vilma, quien por sus méritos y excepcionales condiciones deviene posteriormente, dirigente del Movimiento 26 de Julio en plena etapa insurreccional”, señalaría posteriormente Asela, que poco después se dedicó a tiempo completo al Movimiento clandestino.

De los Santos se graduó de Pedagogía en la Universidad Oriental en 1954 y ese mismo año comenzó a trabajar como maestra en El Caney.

De origen humilde, esta maestra de profesión y compromiso, creció y se formó en un ambiente de rectitud y sencillez que la hicieron consciente de su destino y su liderazgo político y revolucionario.

Durante la lucha clandestina en Santiago, Asela se ocupó del avituallamiento de uniformes para los combatientes de la Sierra, trasladó armas bajo sus faldas, tal como lo hicieron muchas otras mujeres en aquella etapa, y marchó luego a la Comandancia del Segundo Frente Oriental Frank País, donde por órdenes de Raúl la maestra Asela fue encargada de la Educación en ese territorio liberado.

La enseñanza fue consustancial a la vida de esta mujer ejemplar, que desde niña sintió predilección por el magisterio, carrera que pudo estudiar y que le fue de mucha utilidad en su quehacer, pues triunfante la Revolución se le encomendó la organización y dirección de las Escuelas e Institutos Pedagógicos y el establecimiento de las Escuelas Militares Camilo Cienfuegos llegó a ser Viceministra y Ministra de Educación.

Madre, abuela y esposa del ya fallecido general de división de la reserva José Ramón Fernández, quien comandó la columna principal de los combatientes que en abril de 1961 derrotaron la invasión mercenaria por Playa Girón, Asela ostentó el titulo honorifico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba y en sus años finales de vida se desempeñó como investigadora de la Oficina de Historia de las FAR.

Su vida condensa heroísmo y grandeza.

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