martes, 16 de julio de 2024

Bitácora de una visita a Sancti Spíritus (Parte I)

 

Fotos de las autoras


Por Aimé Sosa Pompa, Isel Quintana Freyre y Marilys Zayas Shuman

Tal vez se piense que trabajar en un lugar como la Editorial de la Mujer te ubique detrás de la pantalla de una computadora o un teléfono, o en el levantamiento de la información de diferentes géneros y espacios que no siempre son los más seductores.

Durante mucho tiempo, nuestra Editorial ha querido regresar a esos reportajes de campo, acercarse a las realidades más allá de La Habana y varios motivos lo han impedido; pero hoy llegamos a escribir estas notas que hemos dado en llamar Bitácoras de viaje y esperamos no sean las únicas.

Estuvimos en Sancti Spíritus y, de regreso, son muchos los momentos que no queremos olvidar. De la mano de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), y puntualmente con la guía de su Secretaria General Maybel González, logramos recorrer la vida de las espirituanas en sectores tan diversos como la cultura, la salud y la agroecología.



A pocas horas de nuestra llegada, nos encontramos con un grupo de representantes de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM), la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), convocados por la FMC del territorio para dialogar e identificar sus principales retos.


En la sede del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), en el mismo centro histórico de la capital espirituana, los jóvenes intercambiaron sobre temas como el amor a la Patria, la unidad entre generaciones, el respeto a todas las personas a pesar de sus diferencias, la representación de la organización juvenil, la superación profesional; entre otras inquietudes.

Como la espirituana es una tierra fértil culturalmente, luego de ese encuentro que nos dejó con las pilas cargadas decidimos desandar sus calles, hasta las orillas del Rio Yayabo, del que dicen que si pruebas sus aguas de allí no te vas. Encontramos a nuestro paso innumerables sorpresas.

¿Sabías que detrás de la primera guayabera, hubo manos de mujer?

Pues sí, existe un lugar que adorna las orillas del Río Yayabo: la Casa de la Guayabera. Un espacio más pequeño que sus tesoros tradicionales, el cual regala a sus visitantes la leyenda de sus piezas. Vestir una guayabera es como conversar con siglos de historia y quizás esos momentos importantes que quedan para siempre en el recuerdo. Una de esas guayaberas lleva aún impregnada el alma de una mujer excepcional: Vilma Espín.


En la tierra del Espíritu Santo, la cultura --que nos oxigenaba a cada rato-- estaba en el aire. Ya en la noche de ese primer día, llegamos hasta la sede de la UNEAC provincial y nos deleitamos con la música del legendario "Coro de Claves y Rumbas", que celebra sus 110 años de trayectoria. Fue refundado en 1961 y es el único con ese formato musical en toda Cuba. Se distingue, además, por tener a las clarinas, mujeres de voces agudas y potentes.

Se conoce que estos coros surgieron en el siglo XIX y uno de sus revitalizadores en el siglo XX fue Rafael Gómez Mayea, Teofilito, autor del clásico tema "Pensamiento", entre otros.

Un elemento que reconoce a estas agrupaciones es la presencia de un historiador y, en el caso del coro, actualmente es una mujer.

Su primer fonograma se grabó bajo el Sello Areito en 1972 y, en 1984, hicieron un segundo LP en los Estudios Siboney, en Santiago de Cuba, en el cual se pueden escuchar las voces y la música de los portadores.

Un material más actualizado se introdujo por el Sello Colibrí en 2014, con un documental y archivos radiales.


Por hoy cerramos este capítulo de la bitácora de viaje a Sancti Espíritus. Pero habrá una próxima entrega sobre lo que nos esperó en el segundo día de nuestro recorrido: la vida de una familia campesina con un proyecto de mujeres y para mujeres, además de hermosas historias de la neonatología en la provincia, que enriquecieron nuestra visita.

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