viernes, 24 de mayo de 2024

Asili na Maisha: origen y vida de un emprendimiento que aspira a crecer (II)

 


Fotos: Natasha Salomé Tachín Sarría


Por Aime Sosa Pompa

En el emprendimiento Asili na Maisha, en Delicias del Diezmero, Ludmila Poidevin Argudín no descansa. En medio de su quehacer, entre eventos, cursos y ferias, tiene también mucho que exponer, comentar y defender. Sus collares y aretes son prendas nacidas del reciclaje, al igual que sus botellas o macetas, que devienen únicas por las combinaciones.

Allá en el municipio habanero de San Miguel del Padrón, ha logrado reunir en un mismo espacio a hombres y mujeres, jubiladas o trabajadoras, con habilidades manuales de alto valor artístico utilitario. Así pueden exponer confecciones textiles, tejidos, bordados, pinturas, cerámicas, bisuterías, figuras y piezas en madera, yeso, cristalería y más.

No solo son productos que con las condiciones y materiales idóneos se pueden comercializar y exportar, creando una fuente significativa de ingresos, además de poder constituir un pequeño ingreso a cada ejecutante, para proporcionar cierto alivio de su economía doméstica. De esa manera comenta parte de su visión.

Entre las mujeres del proyecto, además de Ludmila y las dos Marías, está Yosoni. Para ella el tiempo parece tener dobleces, pues mientras aprende el lenguaje de señas, guía a los visitantes del Zoológico Nacional y de paso elabora velas. Un rostro de mujer afro de una mirada sugerente es la portada para conocer a Guillermo, quien tiene entre otros lienzos, unas artesanías nacidas de su imaginación. Con toda intención, Asili na Maisha, en swahili, es origen y vida.


Yosoni Aballí Fernández es jefa de guías en el Zoológico Nacional y dirige un equipo de 12 mujeres. Ludmila, al ver lo que hacía, la invitó a sumarse. “Y yo encantada. Me gustan mucho las manualidades. A uno de los fórums que tenemos en el Zoológico llevé mis velas y así comencé con una compañera, hasta que tuvimos que suspender porque vino la Covid 19. Me encanta este proyecto, independientemente de que estamos haciendo algo muy importante con la comunidad, estamos incorporándola y se pueden lograr grandes metas o cosas maravillosas; siempre y cuando la comunidad quiera llegar a nosotros”.

Según ella, se ha destapado un grado de violencia contra la mujer. “Pero estamos en el siglo XXI y es hora de decir basta, que no nos debemos quedar calladas. Hay medios e instituciones, hay proyectos que apoyan muchísimo. Nos podemos unir y hacer grandes cosas, junto a la comunidad. A las mujeres, que no se queden en casa, que salgan a la calle mediante emprendimientos, trabajos; es una forma más de, como cubanas, salir adelante”.

Yosuni afirma que ese es un municipio bastante complejo. Para ella: “si no te asocias, no sales a la luz. El trabajo, la comunicación que es muy importante, lo da todo. Si no te comunicas y no sales al mundo exterior, no ves nada, estás como en un agujero. Por eso hay que exhortar a las mujeres a que salgan, que se unan a estos proyectos. A veces no tenemos nada que mostrar, porque todo el mundo no nació para las manualidades; pero puede ser preguntando ¿qué hace falta? y después uno se une”.



Guillermo Juan Cruz Leira está orgulloso de sus cuadros, aún más con el que asegura no estar terminado todavía. Por eso no lleva título al estar aún en proceso. “Como tal no tengo una obra específica, no me encontraba como artista, realmente lo que busco es referente y apoyo porque estoy estudiando en San Alejandro.

"Me interesa mayormente la mujer afro, la parte femenina. con esos colores vivos, porque de cierta forma expresa alegría. Trato de incursionar en ellos, buscando nuevas variantes y percepciones de cómo se pueda ver visualmente. Todo está hecho sobre óleo y lienzo. En algunos casos, cuando empiezo a hacer la obra que estoy manchando, empiezo con acrílico y luego le voy dando veladuras con capas de rollo”. Las inquietudes de este padre de familia van más allá de la pintura: moldea el yeso para que otros objetos domésticos sean más que útiles en cocinas o salas.

Asili na Maisha le interesó desde el primer instante para así, de cierta forma, darse a conocer. “Realmente yo hacía todo eso como oficio para la casa, no los mostraba, y ahora es algo más para agradecer: la manera en que se valora mi trabajo y se va divulgando”. Mientras escuchaba las conversaciones y recordaba que Ludmila le había explicado de qué iba Asili na Maisha, pensaba en sus hijas. “Realmente me interesa y como buen hombre, buen padre, pienso que es importante para, de cierta forma, yo mismo prestarle un poco más de interés a esos temas. Verdaderamente a veces no son tocados, como que no nos interesan, y por esa razón me siento muy contento de estar aquí y ojalá pueda aportarle un poco más”.


Ludmila, lideresa y gestora, anda y desanda como si estuviera aligerada de las constantes (pre)ocupaciones que depara la vida, cuando no es así. Sin descanso, dice con fuerza una frase que puede ser su mantra: “Esto es una militancia, es un sacerdocio”.

Ella tiene un currículo de los que demuestran cuánto se puede aprender y hacer por estos lares. Es jubilada del Ministerio del Turismo como modelo figurante, cuentapropista, cosmetóloga, especialista en psicometría, activista de la Red de Mujeres Afrodescendientes, integrante de la Cátedra Nelson Mandela y de la Red internacional de Voces Afrofeministas, parte del grupo de apoyo a familias en situaciones de catástrofes y colaboradora del proyecto AfroStética.

Recientemente, Asili na Maisha participó en la exposición “El arte desde el reciclaje”, en la Galería de Arte 10 de octubre. Y lo que es más alentador aún: ya iniciaron acciones de intervención sociocultural y talleres en la escuela primaria Armando Ramos, con resultados confortadores.

Ya Ludmila tiene la intención de construir lo que llama un "espacio de bienestar, un lugar donde serán escuchadas las mujeres de diversas generaciones, sentipensantes, generando propuestas para conocer sus experiencias y sus historias de vida. Un proyecto de desarrollo local, sociocultural, encaminado a la labor del rescate de tradiciones y nuestros orígenes ancestrales, por medio de cursos y talleres de orientación o de integración de la población afrodescendiente de la comunidad; aunque incluyo a todo el que esté interesado".

No hay comentarios:

Publicar un comentario