Por Aixa Alfonso
La mujer cubana es ejemplo de sacrificio y entrega a la causa por la libertad, así lo valida la larga historia de lucha asumida por la plena emancipación de la Isla.
Fe del valle fue una de esas jóvenes que con solo 17 años comenzó a trabajar para apoyar a su familia comenzando de aprendiz en confección de sombreros, y posteriormente alcanzar ser dependiente en la tienda “ Fin de Siglo” primero, y luego en “El Encanto”.
En ese contexto de finales de los años 50 de la pasada centuria, inició también su accionar revolucionario frente a la tiranía batistiana. Y su entereza y responsabilidad ante el trabajo desempeñado la llevaron a ocupar la plaza de jefa de departamento, cargo en el cual mostró profesionalidad y se caracterizó por su trato afable con sus subordinados, aunque también fue exigente ante las misiones a desempeñar.
Luego del triunfo de Enero de 1959, se incorporó a las Milicias Nacionales Revolucionarias y a la Federación de Mujeres Cubanas, contribuyendo a la formación de una guardería, círculo infantil, en su centro laboral de apoyo a las madres trabajadoras, al tiempo que apadrinó con su colectivo una escuela de la zona.
Transcurría el año 1961 y Cuba era víctima de hostilidad y agresiones por parte del gobierno de Estados Unidos a través de su Agencia Central de Inteligencia y grupos contrarrevolucionarios, fundamentalmente exbatistianos que no estaban prestos a ceder sus privilegios, y Washington tampoco perder el negocio que le representaba utilizar a la Mayor de las Antillas, como su traspatio.
A inicios de la década de los años 60 del pasado siglo se incrementaban en la nación caribeña los actos terroristas para derrocar a la Revolución con la anuencia de la Casa Blanca y mercenarios a su servicio. Precisamente en la tienda “El Encanto” surgieron amenazas anónimas de ubicación de artefactos explosivos, y Fe (a quien cariñosamente llamaban Lula) junto a otros compañeros revisaron en varias oportunidades el establecimiento por esa razón.
El 13 de abril de 1961 correspondía a Fe efectuar la guardia de milicias en la tienda, y sobre las 7 de la noche observó un incendio y su reacción inicial fue tratar de salvaguardar los bienes atesorados en el inmueble y destinados a la población. Sin embargo, luego de una búsqueda incesante de sus compañeros no pudo ser encontrada en el momento de la explosión, hasta que fueron localizados sus restos calcinados dentro de las ruinas y destrucción de la tienda.
Fe del Valle ofrendó su vida en defensa de los intereses de la Patria, y como consecuencia del accionar terrorista de elementos contrarrevolucionarios (que tanto daño ha causado y continúan provocando con políticas de subversión y violencia fomentada desde el sur de EE.UU.), contra el noble y altruista pueblo de Cuba.
*Tomado de Tribuna de La Habana
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