Zelmy y el brillo de sus victorias

 

Foto: Laura Marian Bacallao/ Universidad de Camagüey y de la página en Facebook Naturaleza Secreta

Por Yamylé Fernández Rodríguez

Zelmy Castro Aguilera es una camagüeyana que decidió luchar por sus sueños y sumar más satisfacciones personales y familiares a partir de esfuerzos que la convierten en una mujer verdaderamente empoderada en una zona rural.

En la finca escuela La Victoria, perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios Evelio Rodríguez Curbelo, en Jimaguayú, siempre ha apoyado, junto a su esposo Edelmis Sánchez Santos, las más diversas tareas y valora como un orgullo cada logro productivo. Sin embargo, su mayor anhelo está a punto de cumplirse cuando en julio próximo reciba el título de Ingeniera Agrónoma.

“Es una meta que me tracé y, con mucho apoyo de mi mamá, de mi esposo y de toda la familia, ya casi soy ingeniera, lo que me permitirá aportar mucho más a las producciones desde la ciencia, porque a veces trabajamos mucho en el campo, pero no como debe ser”.

Así lo expresa con toda propiedad, pues la finca La Victoria es una de las abanderadas en Camagüey en el uso de la ciencia y la tecnología, a partir del vínculo con el Instituto Politécnico Agropecuario Mártires de Pino III de Jimaguayú, con la Universidad, la Dirección Provincial de Suelos y la Delegación Territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.

“Casi todo lo trabajamos de manera agroecológica, al utilizar pocos productos químicos y, además, desarrollamos prácticas como la lombricultura, tenemos paneles fotovoltaicos con turbinas sumergibles para el bombeo de agua, molinos de viento, biodigestores y paneles fotovoltaicos para el alumbrado de la casa”.

Gracias al empeño por desarrollarse, Zelmy junto a su familia formó parte del Proyecto Bases ambientales para la sostenibilidad ambiental local y en estos momentos integra el Proyecto Internacional de Desarrollo de Cooperativas Ganaderas en la Región Central Oriental (PRODEGAN), lo que le que permitió a esta productora participar en eventos internacionales para compartir experiencias y sumar nuevos conocimientos.

A ello se suma la participación en el estudio Mejora del potencial lechero a través de la implementación de un programa del manejo de la salud del rebaño en la región de Camagüey, que desarrolla la casa de altos estudios de la provincia, de conjunto con las universidades belgas de Amberes y Gantes.

Madre de dos niños, un adolescente de 13 años de edad y una niña de seis, Zelmy se multiplica en las labores relacionadas con la finca, tanto productivas como de investigación, en los estudios universitarios y en la atención a su hogar.

Con satisfacción, comenta que su hijo sueña con ser ingeniero mecánico para encargarse de los tractores en la finca, mientras la pequeña aspira a estudiar Medicina Veterinaria y ello es otro logro porque ha sabido transmitir el amor por el trabajo en el campo, lo que en su caso es una tradición familiar.

Entre sus más grandes satisfacciones estuvo la reciente participación como delegada al XI Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, donde integró la comisión dedicada al empoderamiento económico de la mujer y recibió la alegría de resultar electa miembro del Comité Nacional de la organización.

Aunque en su caso siempre ha contado con la comprensión de su compañero de vida, Zelmy está consciente de que no todas tienen igual suerte y por eso afirma que todavía hay que cambiar muchas mentalidades, especialmente de aquellas mujeres que se dejan subyugar.

“El brillo de cada mujer se gana con el esfuerzo propio. Si cada una se parara frente a su esposo y le dijera que es igual a él, tal vez fueran menos las manifestaciones de machismo. Hay que seguir impartiendo talleres, cursos y realizar más visitas casa a casa; es decir, buscar estrategias puntuales que lleguen al pensamiento y al sentimiento de que podemos salir adelante por nosotras mismas”.