Por Aurika Rubio
La salvia o Salvia officinalis es una hierba aromática de origen mediterráneo, más conocida por utilizarse en cosméticos. Esta planta necesita suelos drenados y al menos seis horas de sol al día y un riego regular, sobre todo en verano, aunque se acomoda a todo tipo de climas, ya que tolera muy bien el calor y la sequía.
También es reconocida en el mundo de la cosmética, tanto para combatir las pieles grasas y con tendencia al acné como la formación de arrugas, por ello está presente en muchas cremas anti-envejecimiento.
Beneficios
• Facilita la digestión: ayuda a aliviar los calambres estomacales, al mismo tiempo que reduce los gases intestinales.
• Regula el sistema hormonal: tiene propiedades termorreguladoras, lo que ayuda a las mujeres que se encuentran en esta etapa a controlar los sofocos, la sudoración excesiva y las hormonas.
• Calma el dolor de garganta y la tos.
• Reduce el dolor muscular: un baño de salvia puede calmar estos dolores y es una excelente manera de aliviar el estrés. ¿Cómo hacerlo? Pues agrega hojas de salvia al agua hirviendo y déjalas reposar, luego retíralas y añade la solución al agua del baño.
• Es un antiséptico natural.
• Mejora la piel grasa: prepara una infusión de salvia y úsala para limpiar tu rostro: simplemente añade unas gotas sobre un algodón y aplícalo a la piel.
• Ayuda en la prevención de arrugas: los antioxidantes que contiene aumentan la circulación de la piel y benefician la renovación celular, actuando como un exfoliante natural.
Recuerda que para las infusiones solo se deben utilizar las hojas y no las flores. Hay muchos tipos de salvias, así que asegúrate de que tu planta sea una de las variantes comestibles para aprovechar al máximo sus beneficios curativos.
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