Mayra Mc´Cala, una mujer que destaca por ser la directora de la UEB Mantenimiento y también porque es ejemplo de pasión y dedicación por su trabajo en la generación de energía. Foto: Tomada de la página del Comité Provincial CTC Santiago de Cuba
Por Lianne Garbey Bicet
En la vasta y rugiente expansión de la Central Termoeléctrica de Santiago de Cuba, donde el zumbido de la maquinaria y el calor sofocante son constantes, una figura se distingue entre el paisaje industrial. Su nombre es Mayra Mc´Calla Írsula y es la directora de la Unidad Empresarial de Base Mantenimiento de Renté.
"Dirigir esta UEB es un orgullo y una gran responsabilidad para mí, ya que garantizamos la actividad de mantenimiento y el nivel de generación eléctrica de cada uno de los bloques. En este caso, estamos hablando de las 4 unidades de 100 megavatios con que cuenta nuestra planta", resalta Mayra, una ingeniera en Control Automático con más de 30 años de experiencia en el sector energético.
"He dedicado toda mi vida a Renté; desde que me gradué, trabajo aquí", afirma. Ella comenzó su recorrido profesional como ingeniera practicante, luego pasó a dirigir el Taller de Automática y, debido a su desempeño, se convirtió en reserva del director general y del director técnico, hasta que finalmente se le asignó la dirección de este importante colectivo. "Todo esto ha hecho que ame a Renté tanto como a mi familia. Dedico muchas horas de mi vida a esta labor que me hace tan feliz", comenta Mayra con un brillo especial en la mirada.
Tal es su dedicación, que cada día su jornada comienza a las cinco de la mañana, para dejar todo listo en el hogar, y después llegar a Renté donde permanece hasta que la planta indique su horario de salida.
"En mi rol de directora, cuento con cinco talleres que forman el equipo de trabajo de la UEB, preparados para enfrentar todos los problemas que surjan en nuestra central, sean urgencias, averías, cumplimiento de nuestro plan de trabajo mensual, atención a las máquinas que requieren intervención oportuna y los temas relacionados con el aseguramiento a la producción, que nos ocupan las 24 horas del día, de lunes a domingo", explica Mayra, al detallar la organización del trabajo en su unidad.
Bajo su liderazgo, el equipo ha superado objetivos de producción, ha logrado reducir incidentes de seguridad y ha innovado en eficiencias operativas durante la actual contingencia energética que atraviesa el país. Además, Mayra ha sido motor impulsor de su brigada en situaciones de alta tensión, que han afectado la generación de energía en Cuba.
"En los últimos tiempos, uno de los contratiempos más graves a los que nos hemos enfrentado son las averías en las bombas de circulación, ya que tienen lugar en un área donde nos exponemos a condiciones de trabajo muy difíciles, bajo el sol, el calor y las inclemencias del tiempo, que pueden variar en cualquier momento".
Según Mayra, la solidaridad se ha convertido en un arma esencial para vencer cada una de estas batallas. "Aunque no estemos directamente involucrados en la solución del problema, siempre estamos apoyándonos unos a otros. Puedo decir con satisfacción que aquí todos estamos comprometidos con la planta, con el país y con la Unión Eléctrica, ya que lo primero es cumplir con el trabajo y hacerlo bien", sentencia.
El impacto de esta mujer va más allá de los confines de la central termoeléctrica. Ella es el orgullo de su hogar, donde a diario la esperan su esposo, su hija y su pequeño nieto. Con ellos, termina la jornada entre anécdotas y planes sobre los sueños que están por cumplir. "Siempre me esperan para compartirlo todo; son mi gran respaldo para asumir esta labor. Estoy feliz por ello y creo que todavía tengo mucho por hacer", nos dice Mayra, mientras una lágrima se asoma en sus ojos.
En cada paso, esta mujer va dejando una huella de resiliencia, dedicación y amor no sólo por su trabajo, sino también por su país. En su historia, se reflejan la de incontables mujeres que, con tenacidad y coraje, construyen el futuro día a día.
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