Fotos: Oscar Alfonso Sosa
Por Israel Hernández Álvarez Especial de la ACN para Mujeres
Ya no se le ve diariamente desandando cualquier calle de la ciudad de Sancti Spíritus, en constante ir y venir por lugares públicos de la urbe, en cumplimiento de sus deberes laborales y sociales; pero muchos son los habitantes de la localidad que conocen a Nora Quintana Vázquez, una mujer que se ha ganado, de manera natural, el cariño de sus coterráneos.
Sus 76 años de edad tampoco han podido anular la energía que,desde muy joven, brinda en bien de la sociedad: antes como profesora, luego como dirigente del Poder Popular y ahora -y desde siempre- como integrante de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).
"Me jubilé hace 10 años, pero mientras tenga fuerzas seguiré aportando humildemente mis conocimientos y experiencia a la organización que hoy reclama, quizás como nunca antes, de nuestro esfuerzo cotidiano en las complejas circunstancias que vive la Patria, agredida por elementos contrarrevolucionarios o desagradecidos, quienes aprovechan las redes sociales para mostrar su inconformidad”.
Con el mismo tono de voz pausado empleado en sus años de vida laboral para con sus compañeros y subordinados, conversa ahora desde la sala de su modesto hogar, en la céntrica calle Martí.
"Nací en el capitalismo y conocí desde muy niña los trabajos que se pasaban para sobrevivir; nunca he olvidado el esfuerzo de mi padre para mantener a la familia y garantizar la comida de sus seis hijos, por eso defiendo con orgullo la Revolución, a cuyas tareas me incorporé desde su triunfo, en 1959”.
Aquella joven de 18 años, que en 1965 concluyó el bachillerato en Ciencias y Letras, no pudo optar por la carrera que tanto le gustaba: Licenciatura en Lengua y Literatura Francesa, porque la sobreprotección de sus padres impidió que fuera a la capital del país a realizar sus estudios.
Sin embargo, matriculó en la Universidad Central Marta Abreu, de Las Villas, la asignatura que en aquel entonces se llamaba Nivel Superior de Historia y nunca le pesó escoger en segunda opción esa especialidad que la llevó a escalar importantes cargos en el sistema educacional.
Recuerda con satisfacción que Fidel asistió a la graduación, "fue la primera vez que lo tuve cerca de mí, aunque nunca he estado lejos de él", reafirma y con su dedo índice apunta hacia las fotos del líder histórico de la Revolución que cuelgan en la sala del hogar, junto a las de Celia Sánchez y Vilma Espín.
“En 1971 empecé a impartir clases en la escuela pedagógica de Sancti Spíritus, en la especialidad de Historia Moderna y Contemporánea, la cual me fascina y me permitió conocer lo despiadado que es el capitalismo”.
La seriedad y responsabilidad que ha caracterizado su actuar en la sociedad le facilitó ser jefa de sección en el Departamento de Actividades Políticas y Extraescolares en la otrora Dirección Regional de Educación, estructura que dio paso al Departamento de Marxismo leninismo.
El tiempo fue transcurriendo y en 1976, con la división político-administrativa de la Isla, surgieron los órganos locales del Poder Popular; ello les dio la posibilidad a los vecinos de la Circunscripción 16, en la ciudad espirituana, de elegirla como su delegada.
También por esos días fue distinguida en el cargo de secretaria fundadora de la Asamblea Municipal del Poder Popular, en el que permaneció hasta 1995, porque en ese año pasó al frente del Departamento de Relaciones Internacionales en la Asamblea Provincial del Poder Popular, hasta su jubilación en 2013.
Según ella, los 22 años representando a sus electores le sirvieron para identificarse mucho con los problemas de la población y, en consecuencia, atender sus preocupaciones.
“Es importante la vinculación con la gente, escucharla y, en la medida de las posibilidades, resolver los planteamientos; en caso de no tener solución, reiteró, explicar con lujo de detalles las causas para que se entienda bien.
Durante su estancia en el Departamento de Relaciones Internacionales del gobierno en el territorio, viajó al exterior para establecer hermanamientos de la ciudad de Sancti Spíritus con otras localidades como Tenerife y La Palma, en Islas Canarias; y Lagos de Moreno, en el Estado de Jalisco, en México.
Lo que más le ha llamado la atención en sus periplos por esos países es la admiración que sienten muchas personas de esos lugares por el pueblo de Cuba; y eso, aseveró, contrarresta las cosas que algunos individuos inescrupulosos manifiestan en las redes sociales.
El espíritu de esta veterana dirigente le ha permitido, además, dedicar gran parte de su vida a la labor de la FMC, ahora en condición de secretaria de organización en su delegación de base. En su actuar como federada, ha sido reconocida con las órdenes Ana Betancourt y Mariana Grajales, otorgadas por el Consejo de Estado, entre otras distinciones que guarda con celo y sano orgullo de revolucionaria.
También atiende con esmero a su familia, con predilección por sus dos hijos, tres nietos y un bisnieto, a quienes inculca el espíritu patriótico que lleva muy adentro desde su etapa de adolescente, en la que fue también fundadora de la Asociación de Jóvenes Rebeldes y de la Unión de Jóvenes Comunistas, porque ella siempre ha estado entre las primeras en dar el paso al frente en tareas de la Revolución. (Israel Hernández Álvarez, ACN)
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